-Auditorio Fundación, Rosario, abril 1998. Se presenta el plan de descentralización municipal en distritos. El artífice es el Secretario General de la administración quien sonríe y explica el proyecto que ha elaborado y que se pondrá en marcha. Atiende hasta el último cronista e invitado que llega al teatro durante esa tardecita húmeda con planos y divisiones de la ciudad que años después se convierten en realidad.

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-Bar de Urquiza y Mitre, octubre de 2002. El entonces Secretario de Servicios Públicos le pide a un periodista juntarse a tomar un café. El hombre de prensa va con agenda en mano para tomar nota de seguramente algún anticipo que se viene ya sea en materia de gestión o de política. La charla termina siendo al revés. El funcionario quiere saber su opinión de la ciudad, el futuro y la gestión de su área. No fue con el único que conversó, lo hizo con varios referentes de diferentes disciplinas.

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-Estudios de Canal 3, septiembre 2003. Primer debate de candidatos a intendente de la ciudad que se hace en la televisión rosarina. Se graba por la tarde para emitirse en el horario central de la noche. Hay cuatro postulantes que se ubican detrás de los atriles. El resultado puede definir la elección del próximo domingo. La puja está entre el candidato del justicialismo y  del socialismo. Este último es el más que ordenado tiene sus apuntes, juega con la presión de ser el postulante del oficialismo, destaca las políticas públicas en marcha en la ciudad y esquiva cualquier estocada rival. Se muestra tan sólido como se lo verá doce años después en un programa similar cuando ya era candidato a gobernador.

-San Francisco (Estados Unidos), enero 2007. El entonces intendente de Rosario encabeza una comitiva de empresarios, decanos, concejales, funcionarios y periodistas para buscar opciones de inversión destinadas a desarrollar internet libre en la ciudad. Se hace una recorrida por varias empresas del Sillicon Valley, hay entrevistas y exposiciones con los actores más importantes del rubro. Después casi diez horas de trabajo, el alcalde rosarino es el único que presta atención a cada propuesta y detalle. El resto de la delegación, cansados, mira con impaciencia el reloj para volver al hotel.

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-Palacio Municipal, febrero 2011. El socialismo se encamina a una interna con dos precandidatos para seguir gobernando en la ciudad. El intendente ve venir una disputa que puede terminar perjudicando al partido y poner en riesgo la sucesión para con alguien del espacio. Y juega una carta convocando a la diputada nacional Mónica Fein. El partido se encolumna detrás de la ex Secretaria de Salud quien resulta electa al frente del Palacio de los Leones durante dos períodos.

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-Sede local de Gobernación, agosto 2016. Mientras resuenan todavía los ecos de las marchas del Rosario Sangra, una noche de lunes la única luz encendida al final del largo pasillo del primer piso era la del despacho del gobernador. Está sólo y atiende a un 

empresario a quien había citado. Está muy preocupado por la inseguridad en la provincia y el enojo de la ciudadanía por una serie de crímenes ocurridos en pocas semanas. Su interlocutor se va y el mandatario continúa trabajando. Es la hora de la cena.

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-La Usina Social, febrero 2021. Una legisladora del Frente Progresista recibe a un periodista para una charla en off en una lluviosa mañana de verano. Conversan sobre la pandemia y lo apretado de la agenda de ambos. Es que, se disculpa la anfitriona, “Miguel me llamó que tenía un hueco en la agenda y pidió que le organicen dos visitas a barrios de la ciudad y para allá nos vamos”. Ya tenía en mente que se venía un año electoral y él iba a jugar de una u otra manera.

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El protagonista de estas pequeñas historias fue el mismo: Miguel Lifschitz. Un hombre que abrazó la política y entendió a la gestión en tiempo completo. Parecía que no se cansaba nunca, se ocupaba de resolver los problemas con el detenimiento y la meticulosidad de los ingenieros. Fue alguien quien escuchaba y después decidía. Eso sí siempre tuvo un estrecho número de colaboradores de su extrema confianza. Muy pocos podían saber cuales serían sus próximos pasos. Así como el año pasado se fueron Hermes Binner y Héctor Cavallero, hoy la política santafesina despide a uno de sus referentes. El socialismo pierde a su gran elector. El escenario electoral de la provincia cambia 180 grados a partir del último adiós a Lifschitz.