A menos de dos meses de dejar el gobierno provincial, Miguel Lifschitz dijo que el cambio de gestión se “acelerará” recién cuando el gobernador electo, Omar Perotti, anuncie a sus ministros. Mientras tanto, minimizó los cruces protagonizados entre miembros de la administración nueva y la saliente. “Las chicanas son propias del juego de la democracia”, desdramatizó. Por otro lado, celebró el fallo de la Corte Suprema de Justicia sobre la reducción de impuestos dispuesta por el gobierno central que afectaba a las provincias.
“(La transición) se va acelerar cuando se conozca el gabinete del nuevo gobernador, que va a permitir avanzar en diálogos directos”, llamó la atención Lifschitz en contacto con el programa A diario (Radio 2). Con todo, dijo que ya tuvo algunas reuniones con Perotti y destacó la buena relación que los une desde hace años.
Sobre las críticas del diputado provincial Leandro Busatto sobre una provincia que desde diciembre quedará “sin un cobre”, Lifschitz sostuvo que fueron dichas “sin conocer la realidad presupuestaria” y destacó: “El gobernador (electo) va a tener una ventaja que no tiene ninguno que es una deuda a cobrar cash de inmediato de más de 100 mil millones de pesos que pelearon los gobiernos del Frente Progresista”.
Finalmente, calificó como “muy importante para el federalismo” que la Corte haya resuelto que la reducción de los impuestos al valor agregado (IVA) y a las Ganancias dispuestas recientemente por el gobierno no afecten los fondos de coparticipación que corresponden a las provincias.
“Los dos impuestos combinados iban a producir un efecto (negativo en las cuentas provinciales) de 3 mil millones (de pesos)”, calculó.