Una nueva jornada con largas reuniones entre representantes del oficialismo y los bloques dialoguistas (PRO, UCR, Hacemos e Innovación Federal) culminó pasadas las 19 con un principio de acuerdo sobre los dos capítulos de la Ley Bases que habían empantanado la negociación: la reforma laboral y los impuestos al tabaco.
Este jueves a las 12 se reunirá un plenario de las comisiones de Legislación General, Presupuesto y Asuntos Constitucionales para dictaminar el proyecto de la Ley Bases y a las 16 pasarán a analizar el paquete fiscal. El Gobierno se mantiene firme en su ambicioso cronograma: espera poder tratar ambos proyectos en el recinto entre lunes y martes de la semana que viene. Así dará tiempo suficiente al Senado para darle sanción definitiva antes del 25 de Mayo, fecha pactada para firmar un acuerdo sobre políticas de Estados con las provincias y la oposición.
A pesar de que las negociaciones se mostraban encaminadas ayer por la noche, las declaraciones de Miguel Ángel Pichetto esta mañana desencadenaron una serie de planteos y amenazas que generaron tensión en la recta final del proceso.
El presidente del bloque Hacemos Coalición Federal criticó al Gobierno por pretender incluir en el dictamen una reforma laboral de varios puntos, similar a grandes rasgos a la del DNU (ese capítulo quedó suspendido por la Justicia). Según su planteo, el consenso que existía era mucho más acotado, básicamente sobre tres puntos: período de prueba, fondo de cese laboral y multas por trabajo no registrado.
En ese sentido, Pichetto amenazó con no votar nada del paquete, principalmente por estar en desacuerdo con algunos puntos que causarán un enfrentamiento directo con el sindicalismo. Por ejemplo, la eliminación de la cuota solidaria que los gremios cobran obligatoriamente a los no afiliados a través de los convenios colectivos.
El radicalismo interpretó que el oficialismo y el bloque de Pichetto buscaban dejar afuera de la Ley Bases la reforma laboral por completo y amenazó con patear el tablero. “Sin reforma laboral no cuenten con nosotros para la Ley de Bases”, amenazó un referente del bloque radical tras una serie de reuniones fallidas en el despacho de Martín Menem, titular de la Cámara de Diputados.
A esta puja luego se sumó el PRO, que se levantó de una reunión (según explicaron desde la bancada) porque el Gobierno, la UCR y Hacemos no se ponían de acuerdo sobre el capítulo laboral. “El PRO no puede seguir apoyando al gobierno si ni los propios diputados de LLA ni el Presidente de la Cámara están sentados en la mesa de negociación. No podemos ayudar si ellos no escuchan y negocian con el radicalismo”, dijeron desde la bancada que conduce Cristian Ritondo.
Sin embargo, desde uno de los bloques dialoguistas negaron esa versión y aseguraron que el PRO se levantó de la reunión porque rechazaban la inclusión del capítulo sobre impuestos al tabaco, que equipara lo que pagan todas las empresas.
Asimismo, tanto en el PRO como en Hacemos restaron importancia a la amenaza de la UCR de votar en contra de toda la Ley de Bases. “Lo dijeron en un tono muy amenazante que no asustó a nadie”, ironizó uno de los diputados que estuvo presente.
Finalmente, la nueva redacción de la reforma laboral, que incluye la extensión del período de prueba a seis meses, el fondo de cese laboral y la eliminación de las multas por trabajo no registrado generó suficiente consenso entre todos los bloques para que el oficialismo se animara a convocar a un plenario de comisiones para el día siguiente.
Todos los puntos que afectan directamente a los sindicatos quedaron afuera y la UCR ya adelantó que los incluirá en su dictamen de disidencia (una forma legal de acompañar, pero dejando por escrito las diferencias).
Por otro lado, a instancias del bloque Innovación Federal, conformado por diputados de provincias yerbateras como misiones, los dialoguistas acordaron incluir en el dictamen nuevamente todo el capítulo de impuestos al tabaco, tal cual estaba en la Ley de Bases original. “En su momento el Gobierno consideró que eso era adecuado y luego lo sacó. Ahora queremos que lo vuelva a poner exactamente igual, con una tasa de impuestos del 73%. Así nadie puede acusarnos de estar influidos por los lobbys, es el artículo que había propuesto el propio Gobierno”, señalaron desde el bloque que responde a los gobernadores de Misiones, Río Negro y Salta.