¿Pueden juntarse libertarios, socialistas, radicales, peronistas y macristas a una misma mesa? Sí, ocurrió en Rosario el viernes pasado, y fue en un encuentro que tuvo como anfitrión al arzobispo de Rosario, Eduardo Martín.

En realidad no cabían todos los que fueron en una mesa. La convocatoria formulada por el equipo de Pastoral Social de la Iglesia tuvo un éxito inesperado, por lo numerosa y también por la amplitud ideológica de los que dieron el presente.

Asistieron los socialistas Antonio Bonfatti, Mónica Fein y Clara García; los radicales del oficialismo municipal María Eugenia Schmuck, Fabricio Fiatti y Nicolás Gianeloni; los libertarios Nicolás Mayoraz y Franco Volpe; la macrista Germana Figueroa Casas; los peronistas Agustín Rossi, María de los Angeles Sacnún, Diego Giuliano, Eduardo Toniolli, Mariano Romero y Lucila De Ponti, y los referentes de Ciudad Futura Juan Monteverde y Caren Tepp.

Ninguno de ellos sabía quién más iba a estar. En el salón del arzobispazo, se encontraron, además de con monseñor Martín, con integrantes de la comunidad religiosa y con referentes sociales.

“Fue una convocatoria pensada para alentar el diálogo como espacio para buscar soluciones ante la compleja situación social que atravesamos”, explicó a Rosario3 Viviana Ville Wille, integrante del equipo de Pastoral Social y una de las organizadoras del encuentro.

“Siempre buscamos generar espacios para dialogar y reflexionar porque es un momento en el que es necesario generar acuerdos mínimos para avanzar”, agregó.

Monseñor Martín fue quien abrió la reunión, con un mensaje que apuntó justamente a eso: a dar cuenta, en un momento en el que la grieta se profundiza, de la importancia del diálogo político y el respeto como marco en el cual se debe trabajar por el bien común. “Invitó a tomar el camino de la amistad cívica para salir de la crisis”, resaltó una de las dirigentes políticas que estuvo presente, consultada por Rosario3.

Otra referente que asistió al encuentro agregó que al hablar en particular de la crisis de violencia que atraviesa Rosario, el líder religioso retomó la línea que en su momento el Papa Franciso marcó sobre el tema, con críticas a las complicidades que sectores del Estado tuvieron en el avance del narcotráfico y un llamado a honrar el rol más noble de la política como herramienta de cambio. En ese sentido, aparecieron otra vez las palabras diálogo y consenso como claves para recuperar el entramado social, en las antípodas de la concepción del actual gobierno nacional.

Los dirigentes de los distintos sectores escucharon en silencio los planteos del arzobispo y también de los representantes de la comunidad religiosa que intervinieron después de él. Salvo para preguntar por la situación de Cáritas frente al aumento de la pobreza y, por lo tanto, de demanda de asistencia de los sectores más vulnerables de la sociedad.

Hasta que la actual diputada y exintendenta Mónica Fein tomó la palabra, para, en sintonía con el discurso de monseñor Martín, resaltar la importancia de la apertura de ese espacio de diálogo en un momento político en el que lo que sobran son tensiones entre los distintos sectores políticos.

La Iglesia, y eso lo valoraron varios dirigentes que participaron de la reunión, es una de las pocas instituciones que pueden convocar justamente a la construcción de un diálogo amplio, sin exclusiones. “No todos se quieren sentar con todos. En este caso, no sabíamos quién iba y finalmente allí estuvimos”, dijo un referente que también estuvo presente y lamentó que la intensidad de la grieta impida buscar una “visión en común”.

Viviana Ville Wille, en tanto, contó que Pastoral Social ya había convocado a una reunión similar a empresarios y que también sostiene un diálogo fluido con sectores sociales. La idea ahora es trabajar con esos sectores y también con la dirigencia política sobre temas específicos.

La próxima convocatoria, para fines de este mes, sería para poner el foco en el tema adicciones, una arista clave en el abordaje de la situación de avance del delito que padece Rosario desde hace ya demasiados años.