En Rosario el conteo de votos comenzó y cerró ajustadísimo, con clara aunque corta ventaja del intendente Pablo Javkin que ya salió a festejar la victoria sobre Juan Monteverde. Con casi el 99 por ciento de las mesas escrutadas, Javkin retuvo la intendencia cuatro años más con más del 51 por ciento de los votos.
Hacia las 21.17, el secretario de Desarrollo Productivo, Sebastián Chale salió al escenario y ofició como maestro de ceremonias. Confirmó la victoria de Javkin sobre Monteverde con 51,4 por ciento de votos favorables.
"Jamás voy a olvidar esta nueva oportunidad. Agradecer la posibilidad de gobernar con el viento a favo y más que nunca poner a Rosario arriba", dijo Javkin al tomar la palabra luego de Ciro Seisas que resultó electo en la categoría senador por el departamento Rosario.
Javkin volvió a definirse como "un hijo de Rosario" y celebró "la victoria de la U (Unidos)" en todas las categorías; pero sobre todo en la categoría gobernador que, a su entender, le garantizará mejores condiciones de gestión. "Hoy nacen los buenos vientos", dijo.
El escenario era inédito. Es un mata-mata, una suerte de balotaje porque solo Unidos para Cambiar Santa Fe (Javkin) y Juntos avancemos (Monteverde) superaron el piso exigido, del 1,5% de los votos y participaron a la elección de este domingo por la Intendencia de Rosario.
Esto encierra otra particularidad: en la ciudad que supo ser llamada capital del peronismo no hay un dirigente justicialista puro en los comicios. En las Primarias, Monteverde le arrebató la candidatura de Juntos a Roberto Sukerman y desde entonces comenzó una campaña en la que, si bien dentro del paraguas del peronismo, intentó desmarcarse y mostrarse como algo distinto.
De todos modos, Javkin buscó que el edil de Ciudad Futura quede asociado a ese sector: el peronismo, el kirchnerismo, los gobiernos provincial y nacional a los que el intendente acusa de haber abandonado a Rosario y a los que responsabiliza por la crisis de violencia e inseguridad.
Monteverde tuvo dos etapas en el período proselitista: primero fue bien propositiva, pero en el final sí apuntó los cañones al hecho de que considera a su adversario también responsable, por su rol de gobernante local, del deterioro en la calidad de vida de los habitantes de la ciudad. Así, a su modo, intentó plantear que al ir el intendente por la reelección los comicios son un plebiscito sobre la gestión.
Javkin, a su vez, defendió lo que hizo “con el viento en contra” que según él sopló desde Nación y provincia y buscó entusiasmar con el “viento a favor” que tendrá si Maximiliano Pullaro es electo gobernador y Patricia Bullrich presidenta. Además, acusó a Monteverde de “ocultar” que es parte del esquema peronista.
Estas posturas quedaron claras en el debate que ambos protagonizaron en El Tres y marcaron el inicio del sprint final de la campaña, en el que ambos hicieron actos importantes.
En las Paso Unidos sacó una ventaja importante de 80 mil votos a favor de Unidos y con el fin de retener sus votos Javkin intentó mostrar un alto nivel de acuerdos con quienes fueron sus adversarios internos. También con Maximiliano Pullaro, que fue quien cerró el acto que hizo el lunes en el teatro Fundación Astengo.
Monteverde, en cambio, hizo campaña prácticamente solo con la postulante a concejal de Ciudad Futura Caren Tepp, con la idea de transmitir que no es el representante de un sector en particular sino de todos quienes creen que hay que cambiar. Apenas si se dejó acompañar en algún momento, como el debate, por Eduardo Toniolli, referente del Movimiento Evita.
La pregunta es si con esa estrategia, que apunta a penetrar en estamentos independientes o incluso de votantes históricos de otras fuerzas como el socialismo, podrá cumplir ese objetivo y al mismo tiempo sostener la confianza del electorado que tradicionalmente se inclinó por el peronismo en Rosario.