Julia Irigoitía (36 años) es una de las más activas y comprometidas integrantes del Concejo municipal de Rosario. Fue electa hace tres años detrás del concejal Lisandro Cavatorta, por el Frente de Todos, preside la estratégica comisión de Gobierno y este año se destacó por su participación en el debate de ordenanzas claves como la nocturnidad, el Presupuesto y el ordenamiento de taxis y remises, entre otras. 

Se la puede ver con su hija Carmela (de casi un año) a cuestas en las sesiones como así también en movilizaciones y actividades públicas. Es una de los tres ediles que quedaron en el bloque del peronismo después del frente electoral que hizo el partido con Ciudad Futura en 2023 para enfrentar electoralmente al intendente Pablo Javkin. 

En un mano a mano que tuvo con Rosario3 después de la Navidad, se mostró muy crítica de esa alianza que sólo “le sirvió a Ciudad Futura” y desaprovechó “una ocasión difícil de repetir” para gobernar la ciudad. También la aleja de ese espacio, una “actitud caprichosa” a la hora de oponerse a todo lo que propone el oficialismo, según sus dichos.

Ahora va por una propuesta “bien local” cuyo primer paso será intentar renovar las bancas junto a Cavatorta y después despuntar una opción de gobierno para Rosario. Aunque votó a favor de varios proyectos del Ejecutivo, dijo estar en contra “del modelo que gobierna la ciudad desde hace treinta años” ya que “no funciona lo básico” – transporte, recolección de residuos y el mantenimiento de las calles– y se han perdido “varias oportunidades” como la de “liderar un área metropolitana” y “expulsar a la industria”.

El año en el Concejo

–¿Cuál es el balance del año en el Concejo municipal?

–Fue un año donde se trabajaron temas relevantes fundamentalmente para el funcionamiento de la Municipalidad. En cuanto a Planeamiento, autorizaciones de construcciones, excepciones de altura, régimen de cocheras y playas de estacionamiento, la ordenanza de simplificación de trámites con el objetivo de combatir la inflación normativa de la ciudad. También, nos ocupamos de deudas pendientes como la ordenanza de nocturnidad. Y en el cierre, el Presupuesto, que incluyó duplicaciones del porcentaje para colocación de bonos y letras y la autorización para tomar créditos destinados a solventar proyectos sustentables. Otro destacado fue el proceso de modernización de taxis y remises. 

–¿Y desde el punto de vista del funcionamiento político del cuerpo?

–El oficialismo tomó la decisión de usar la mayoría automática cuando la necesitó y no se lograron otros consensos. Nosotros hicimos una oposición responsable, aprobamos algunas propuestas y en otras nos opusimos como el pedido de factibilidad de servicios cuando se tramita el final de obra de los desarrollos inmobiliarios.

–Llamó la atención que acompañaron algunos proyectos del oficialismo que otros sectores de la oposición no lo hicieron.–Hay que trabajar más allá de donde vienen las propuestas en pos de las cosas que le hacen bien a la población. Estamos viendo desde algunos sectores de la oposición una actitud caprichosa y no estamos dispuestos a acoplarnos a esa actitud. Si la política se sigue hablando a sí misma y se pierde en la interna con el poder, eso repercute negativamente. Tratamos de analizar todo lo que llega; con esta lupa entendiendo que los únicos que quienes deben estar en el centro son los rosarinos y rosarinas. 

–Cuando hablas de actitud caprichosa, ¿te referís a Ciudad Futura?

–Podría ser.

–Así como Omar Perotti y sus legisladores votaron a favor de la necesidad de la reforma constitucional y otros proyectos impulsados por el gobernador Pullaro, ¿ustedes hacen lo mismo con el intendente Javkin?

–Estamos con una mirada muy local, trabajamos con los rosarinos como prioridad, hay que gobernar y que las cosas pasen y que haya respuestas a la ciudadanía. No coincidimos con el modelo de ciudad de los que gobiernan hace treinta años. Nuestra línea es que el intendente tiene que hacer lo básico y eso en Rosario no funciona. 

Críticas al modelo de ciudad

–¿Es crítica de la gestión de Javkin?

–Somos críticos del modelo de ciudad que hace mucho tiempo gobierna Rosario. Lo más básico funciona mal y repercute en mala calidad de vida como el estado de las calles, las veredas, la recolección de residuos o los árboles que se caen. Pasear por las calles es imposible; no podemos estar de acuerdo. Somos muy críticos de las oportunidades desaprovechadas por la ciudad.

–¿Cuáles?

–Rosario tiene mucho potencial y la posibilidad de pensarse como cabecera de un departamento y un área metropolitana imponente en cuanto a la producción y el trabajo. Si bien han tratado de cambiar esa impronta en los últimos tiempos, Rosario viene expulsando la industria. Además, la ciudad está dividida en dos, una a la que le llega toda la infraestructura y los servicios, y otra son los barrios que no se enteran de todo eso. Creemos que una oportunidad perdida es la Integración y puesta en valor de las instituciones. Otra es lo vinculado a la economía circular y reciclaje de los residuos en clave productiva. Rosario nunca estuvo tan sucia ni tan poco planificada. Ni que hablar del transporte que implica integración y conectividad socio-urbana.

–Pero la ciudad debió ocuparse de la seguridad cuando la dejaron sola tanto por parte de la Provincia y Nación mientras gobernaba el peronismo.

A la situación de violencia e inseguridad no se llegó de un día para el otro, cuando el peronismo fue gestión por supuesto que marcamos las deficiencias. Reconocemos el avance que hubo desde que asumió Pullaro, no tenemos pruritos de reconocer lo que hacen otras gestiones. Claro que había que resolver lo de la seguridad, pero esto viene de años y de un frente político que gobernó doce años la provincia y la ciudad hace treinta de manera consecutiva. Es cierto que bajaron los homicidios, pero la circulación de drogas sigue existiendo, las juventudes como víctimas y victimarios siguen estando, hay abandono y corrimiento del Estado en términos de agentes e inclusión; y eso repercute, aflora la violencia y aparecen las  economías ilegales.

El futuro del peronismo 

–¿Hacia dónde va el peronismo?

–El peronismo después del fracaso electoral del año pasado está en un estado que amerita la reflexión y una reconversión. El peronismo de Rosario se habló asimismo, se encerró, siguió una agenda porteña y dejó de representar. En esta ciudad hay un peronismo que viene con una actitud mediocre, sin vocación de poder, sin contener a los  vecinos y sin proponer un modelo de ciudad basado en la producción y el trabajo. Y eso quedó expresado en las urnas. No son tiempos de partidos y de banderas, hoy es tiempo de agenda y resolver los problemas. Una opción de gobierno es proponer herramientas para dar solución y vivir mejor con calidad de vida.

–¿El frente electoral con Ciudad Futura perjudicó al peronismo?

–Fui muy crítica del cierre de listas en 2023, avizoré unas elecciones complicadas, el frente electoral de una parte del peronismo con Ciudad Futura fue acertado para Ciudad Futura aunque finalmente no ganó. Creo que se perdió una oportunidad difícil de repetir, con una gestión muy mala de Javkin, un escenario de polarización, y en todo caso eso le sirvió a un sector de la política y a Ciudad Futura. El frente electoral es una foto que terminó con las elecciones del año pasado y que hoy el peronismo debe reconvertirse.

–¿Van a intentar ser reelectos junto al concejal Lisandro Cavatorta en las elecciones del año próximo?

–Estamos trabajando para eso.

–¿Irán como un espacio independiente del partido, dentro del partido o con un nuevo acuerdo con Ciudad Futura?

–Soy partidaria que el partido y el sello son meramente una herramienta  electoral. La construcción de las alianzas termina siendo utilitaria para las elecciones. Lo más importante es tener en claro a quién representar. Queremos una Rosario productiva, segura y humana. Y vamos a tratar de sintetizarlo para el año que viene.

–¿Es hoy el justicialismo una opción de gobierno para la ciudad?

–Estamos trabajando para construirlo y ponerlo a disposición de la ciudad. Las bases del peronismo son en torno al trabajo y a la producción y por lo menos nuestra agenda legislativa se construye en pos de ello y de construir una plataforma de gobierno. De mínima, hacer bien lo básico: transporte, residuos, alumbrado, calles, veredas. E Impulsar acciones en torno a la producción para generar empleo genuino que organiza la vida de las comunidades.

La forma de hacer política

–¿No te sentís parte de la vieja política cuando hay jóvenes que tienen otra forma de hacer política?

–La política es dinámica y los que ocupamos lugares de representación tenemos que ir interpretando a los que representamos. La actitud debe ser de escucha atenta y capacidad de interpretación. Los modos deben ir adaptándose a los representados. Tenemos que ir actualizándonos en función de los tiempos y las demandas, si no nos quedamos con las doctrinas y las banderas más allá que son desde donde partimos con nuestra forma de pensar. 

–¿Qué es lo que viene entonces a la hora de hacer política en una ciudad como Rosario?

–No son tiempos de partidos ni de dogmas, son tiempos de volver al lenguaje común y que la política reconecte. El concepto de casta caló hondo porque los viejos vicios, las malas prácticas, las mezquindades, y los tonos subidos por capricho alejan a los  representantes de los representados. El gran desafío es romper con esas prácticas y llevar adelante una acción política que le sirva a la gente.