El presidente Alberto Fernández partirá el miércoles rumbo a Europa, en un viaje que lo llevará al Vaticano, Italia, España, Francia, y al que se acaba de sumar Alemania, con el objetivo de sumar apoyos para la renegociación de la deuda y profundizar vínculos con el viejo continente.
"El lunes 3 muy tarde tenemos cita con la canciller (Ángela) Merkel", confirmó este domingo el canciller Felipe Solá en una entrevista con Radio 10 al revelar la novedad de una parada en Berlín en la cargada agenda del mandatario.
Solá también fue muy claro sobre los objetivos de la visita: "A los países de Europa vamos -además de para ver a Su Santidad- a ver a líderes de Occidente. Por afinidad, por interés en saber qué piensan del país y porque Argentina está en una negociación compleja, fundamental para su futuro, y todos ellos tienen una silla en el FMI", remarcó Solá, en la que fue primera entrevista radial desde que llegó al Palacio San Martín.
Fuentes de Cancillería confirmaron a Télam que esta nueva reunión será en Berlín, la capital alemana, y allí Fernández se verá cara a cara con Merkel, una figura clave en la construcción de poder de la Unión Europea.
La agenda formal de la visita comenzará el viernes, cuando el mandatario se reúna con el papa Francisco en El Vaticano. Sobre la reunión con el sumo pontífice, se informó que el Presidente se verá con el líder católico en la Biblioteca Privada del Palacio Apostólico.
La última visita de Fernández a Francisco había sido en agosto de 2018, cuando aún no era candidato. Ese encuentro se realizó en la residencia de Santa Marta y participaron dirigentes de otros países de la región, como el chileno Carlos Ominami y el brasileño Celso Amorim.
El mismo viernes, además, Fernández tendrá un encuentro con autoridades de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), según informaron este domingo fuentes de Cancillería.
Con más de 194 Estados miembros, la FAO trabaja en cerca de 130 países para lograr seguridad alimentaria para todos, y ese será uno de los temas que abordará Fernández.
El lunes 3, el jefe del Estado argentino se reunirá en Italia con el primer ministro de ese país, Giuseppe Conte, y ese mismo día volará a Berlín para el encuentro con Merkel.
Su gira seguirá el martes 4 con un encuentro con el presidente de gobierno español, Pedro Sánchez, en Madrid. Y se sumaría a la agenda una visita al Rey Felipe VI, siempre según fuentes oficiales.
Al día siguiente, el miércoles, el mandatario conversará en París con su par francés, Emmanuel Macron, con quien mantuvo un breve diálogo e intercambió saludos en Israel, donde ambos coincidieron en el Foro Internacional de Líderes en Conmemoración del Día Internacional de Recordación del Holocausto y la Lucha contra el Antisemitismo.
Conseguir apoyo
Con excepción de la reunión bilateral con el papa Francisco, que ya estaba en los planes presidenciales, el resto de la gira europea fue organizada con un objetivo central: conseguir el apoyo de Estados con poder de voto en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que fueron críticos de los créditos otorgados al gobierno de Mauricio Macri, explicaron las fuentes oficiales.
Se trata del segundo viaje al exterior que emprenda Fernández como Presidente.
El primero fue justamente la última semana a Jerusalén, para la conmemoración del Holocausto, donde conjugó un perfil bajo con la oportunidad de presentarse a un amplio espectro de líderes extranjeros, cuyos apoyos podrían contribuir en la renegociación de la deuda con el organismo internacional.
En Israel -donde permaneció 50 horas-, Fernández tuvo dos reuniones bilaterales formales con las autoridades anfitrionas: el presidente Reuven Rivlin y el primer ministro de ese país, Benjamin Netanyahu.
Antes de abandonar Jerusalén y regresar a Buenos Aires, el propio Presidente explicó su estrategia: "A los países que tienen un lugar en el directorio del Fondo (Monetario Internacional, FMI) y votan, les transmitimos nuestra preocupación y nuestro deseo que acompañen el pedido de Argentina".
Con excepción de la reunión bilateral con el papa Francisco, que ya estaba en los planes presidenciales, el resto de la gira europea fue organizada con un objetivo central: conseguir el apoyo de Estados con poder de voto en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que fueron críticos de los créditos otorgados al gobierno de Mauricio Macri, explicaron las fuentes oficiales.
Se trata del segundo viaje al exterior que emprenda Fernández como Presidente.
El primero fue justamente la última semana a Jerusalén, para la conmemoración del Holocausto, donde conjugó un perfil bajo con la oportunidad de presentarse a un amplio espectro de líderes extranjeros, cuyos apoyos podrían contribuir en la renegociación de la deuda con el organismo internacional.
En Israel -donde permaneció 50 horas-, Fernández tuvo dos reuniones bilaterales formales con las autoridades anfitrionas: el presidente Reuven Rivlin y el primer ministro de ese país, Benjamin Netanyahu.
Antes de abandonar Jerusalén y regresar a Buenos Aires, el propio Presidente explicó su estrategia: "A los países que tienen un lugar en el directorio del Fondo (Monetario Internacional, FMI) y votan, les transmitimos nuestra preocupación y nuestro deseo que acompañen el pedido de Argentina".