Son horas decisivas en la relación entre el gobierno de Javier Milei y el PRO, el sector político que hasta ahora fue sostén de sus decisiones en el Congreso pero que ahora demora una definición sobre si avalará o rechazará el veto presidencial a la ley de financiamiento universitario, defendida el miércoles por las multitudinarias marchas que se realizaron en todo el país.

El miércoles próximo se realizaría la sesión especial que definiría la suerte del veto. El PRO tiene 38 diputados. Ya es seguro que los cuatro más cercanos a Horacio Rodríguez Larreta votarán por sostener la ley, mientras que los entre cinco y seis que responden a Patricia Bullrich avalarán el veto. Pero falta la palabra del presidente del partido, Mauricio Macri, que está molesto con Milei porque entiende que lo que hablan en las reuniones luego no se plasma en la realidad y La Libertad Avanza parece pretender disputarle poder a su primo Jorge Macri en la ciudad de Buenos Aires.

En ese marco, adquieren particular peso las definiciones que este viernes pronunciaron este viernes en Radio 2 los diputados nacionales santafesinos José Núñez y Germana Figueroa Casas. El primero, si bien dijo que la decisión orgánica se tomará en los próximos días, avaló claramente los argumentos de Milei. La segunda explicó que siente estar en “un dilema” entre un reclamo, el de las universidades, que considera “justo” y su apoyo estricto a la política de déficit cero que guía las decisiones del presidente.

Paritaria y extorsión

 

Núñez dijo que la educación pública “siempre fue una bandera del PRO”, pero que lo que está en discusión en este conflicto no es “universidad pública sí o no sino una paritaria” por los salarios de docentes y no docentes.

En ese marco, consideró que las movilizaciones universitarias responder a una “extorsión que se salió de sus carriles” y fue crítico sobre el desempeño de las universidades y el uso que hacen de los recursos: “Solo uno de cada diez chicos pobres acceden a la universidad. De 100 ingresantes, solo 28 terminan una carrera y en un promedio de 9 años. Si comparás con Brasil y Chile el sistema no funciona”.

Pero además repitió los argumentos del gobierno, que descalificó por política la movilización del miércoles, y hasta deslizó que la comunidad universitaria fue usada para armar un frente con “los Lousteau de la vida, los Yacobiti de la vida, los Massa de la vida y hasta díscolos del PRO”. Está última referencia, explicitó luego, fue por Horacio Rodríguez Larreta, de quien dijo que “se siente más cómodo con Lousteau y el kirchnerismo”.

El diputado santafesino recordó que ya hubo un acuerdo con las universidades por los gastos de funcionamiento que “está cumplido: nunca cobraron tan al día”. Para él, “lo que está en discusión es una paritaria sobre salarios y condiciones laborales”, algo que no justifica “arengar a toda la comunidad” universitaria. 

Además, se manifestó a favor de arancelar el cursado de estudiantes extranjeros, medida que impulsa el gobierno nacional y, como los funcionarios de Milei, consideró que las universidades no se dejan auditar como corresponde.

El dilema

 

Germana Figueroa Casas, en tanto, explicó su propio debate interno: “Sabemos que el reclamo es justo, que los sueldos universitarios están por debajo del resto del sector público, pero queremos acompañar el equilibro fiscal” que impulsa el gobierno. “Tenemos un dilema entre dos cosas con las que estamos de acuerdo y tenemos que tomar una decisión”.

La diputada recordó que el PRO no votó la ley de financiamiento universitario que salió del Congreso sino que impulsaba otro proyecto. En ese sentido, consideró que “no es lógico que desde el Congreso se resuelva una paritaria”.

En ese marco, Figueroa Casas planteó que para que el PRO apoye el veto sería necesario que el gobierno explique cómo va a subir los salarios de docentes y no docentes en 2024, porque hasta ahora se limitó a decir que el tema de los recursos para las universidades se debe definir en la discusión del presupuesto 2025.

Lo que la legisladora pide saber es: “Si el veto se aceptara, ¿qué va a pasar con los sueldos universitarios? ¿Cuánto les van a dar de aumento? Eso no lo ha informado el gobierno”.

La diputada rosarina lamentó la falta de diálogo, que lleva ahora a tener que “optar entre blanco y negro”. 

“Esperamos que el gobierno haga una oferta salarial que pueda ser aceptada para entender cuál es la consecuencia de que el veto se acepte. Se hace difícil tomar una decisión si no se tienen todas las respuestas”, insistió Figueroa Casas.

Graduada y docente de la Facultad de Ciencias Económicas de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Rosario, Figueroa Casas recordó que el retraso salarial en el sector es algo de “siempre” y que de hecho ella no daba clases “por el dinero”, algo que ocurre con una innumerable cantidad de profesiones. Pero puso el foco en que hay “muchos profesores de dedicación exclusiva que la pasan mal”.

La palabra de Mauricio

 

Rosario3 consultó este jueves a todos los diputados nacionales de Santa Fe sobre su postura con respecto al veto y Núñez se anotó entre los tres del PRO que no tenían decisión tomada, a la espera de una reunión de bloque se haría el martes.

Sin embargo, este viernes se expresó más cercano a avalar el veto. Germana Figueroa Casas, en tanto, se muestra más reticente a levantar la mano a favor del gobierno sin tener al menos una certeza de que los sueldos universitarios tendrán una mejora lógica este año.

Como sea, la palabra de Macri será fundamental para torcer la balanza para uno u otro lado, en un tema que puede significar un antes y un después en su relación con Milei.