Algo más de 7,3 millones de bolivianos están convocados este domingo para elegir presidente, vicepresidente y legisladores, en unas elecciones en las que Evo Morales busca un cuarto mandato consecutivo.
La contienda electoral que cuenta con nueve fórmulas es la más reñida desde que el candidato por el Movimiento Al Socialismo (MAS) llegó a la presidencia en 2006, con el ex presidente Carlos Mesa, de la alianza Comunidad Ciudadana (CC) como el opositor mejor situado según las últimas encuestas para forzar una segunda vuelta.
El padrón actual de Bolivia, donde el voto es obligatorio, es de 7.315.364 personas, un 12,5 % más que en 2016.
Desde entonces, el incremento de votantes en el exterior -representado en 33 naciones- fue del 31%, con la Argentina, donde residen cerca de dos millones de bolivianos, como el país con más cantidad de electores, con 161.057.
Además de la fórmula de presidente y vicepresidente para el período 2020-2025, también se renueva el Congreso, compuesto por 137 diputados y 36 senadores.
La elección de legisladores pone en juego la composición de la Asamblea Legislativa, en la que hasta ahora en la Cámara de Senadores, el MAS tuvo durante 10 años la mayoría de dos tercios, clave para viabilizar sus proyectos.
La legislación electoral exige que un candidato para ganar obtenga en primera vuelta el 50% más uno de los votos válidos o el 40% con una ventaja de al menos 10 puntos de diferencia sobre el segundo.
De concretarse una segunda vuelta, que se celebraría el próximo 15 de diciembre, los bolivianos ejercerían ese derecho por primera vez desde la aprobación de la nueva Constitución, en 2009.
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