El de Ariel Cozzoni es uno de los nombres fuertes que dejó la elección en Rosario. Como representante del partido Unite, logró los votos necesarios como para obtener una banca en el Concejo, donde ya está desde hace varios años Aldo Poy, otro ex delantero, pero de Central. La “Chancha” contó que “siempre” lo atrapó “la cuestión social”, sobre todo la ligada “a los clubes de barrio”. Apuntó que fue “criticado y ninguneado” en la campaña “por no venir de la política”. Y aseguró: “No voy a entrar al Concejo a cumplir horario”.
El ex futbolista de 55 años habló este lunes con el periodista Alberto Lotuf en el programa A Diario (El Tres). “A mí lo que me atrapó es la cuestión social; poder ayudar para que un chico tenga sus primeros botines, poder gestionar análisis para chicos de clubes de barrio para determinar si tienen algún problema”, describió.
Cozzoni aseguró que “las necesidades son muchísimas en los clubes, mucho más que en el 2017 cuando hicimos la anterior campaña”.
“Estuvimos en clubes que tienen que cerrar las piletas climatizadas porque no pueden pagar el gas; hay mucha gente que hace rehabilitación de distintos problemas en esas piletas”, ejemplificó el ex goleador leproso. Y comentó que “no hay que acordarse de los clubes de barrio cada cuatro años, hay que estar ahí todos los días”.
Acerca de este tema, Cozzoni dijo consideró que “hoy los papás prefieren que los chicos estén encerrados jugando a la Play más que adentro de un club”.
“Yo digo que no hay que entrar al Concejo para cumplir horario; hay que salir de ahí y recorrer los barrios y estar con la gente”, indicó el edil electo.
La “Chancha” contó que tiene “un proyecto deportivo que es integral, es muy interesante. La Municipalidad ya viene haciendo un buen trabajo, pero hay que mejorarlo”.
“Recorrimos muchos los barrios, fue muy dura la campaña. Me criticaron mucho, me ningunearon mucho por no venir de la política. Hicimos poca prensa, salvo lo que garantizó el Estado”, agregó Cozzoni. “Me criticó mucha gente en las redes sociales”, dijo luego.
“Yo me retiré del fútbol y empecé a trabajar en clubes de barrio. Porque los que jugamos en primera vivimos muchas cosas que no son reales; ir a los mejores hoteles, tener las mejores comidas. Tengo el curso de técnico hecho, pero nunca me interesó”, concluyó.