La muerte de la docente Ana Zabaloy, una “docente fumigada” de San Antonio de Areco, repuso en la agenda la fumigación con glifosato cercana a las poblaciones. La mujer, que había dedicado su vida a defender a sus alumnos y vecinos, sufrió en el cuerpo lo que denunciaba incansablemente, según explicó el Consejo Ejecutivo Provincial de Suteba. Desde la Multisectorial Paren de fumigarnos, lamentaron su deceso e insistieron en la necesidad de terminar con el uso del glifosato.
El sábado pasado, cuando los candidatos a la gobernación de Santa Fe, Antonio Bonfatti, Omar Perotti y José Corral se retiraron de Televisión Litoral tras protagonizar un debate televisivo, fueron abordados por un grupo de personas que les exigieron ser escuchadas. Se trataba de Paren de fumigarnos que se había congregado para requerir sus posturas en relación a la fumigación. “Uno escucha sus plataformas y en cuestión de salud ambiental no existe nada, es un tema invisibilizado, la idea fue preguntarles a los candidatos qué piensan hacer pero nadie dijo absolutamente nada, ni Perotti, ni Bonfatti ni Corral tomaron posiciones”, lamentó Carlos Manessi de la multisectorial.
“Gane quien gane. Paren de fumigar”. El reclamo de vecinos de varios pueblos de Santa Fe ante @AntonioBonfatti @omarperotti y @josecorralSF en la puerta de @elTresTV pic.twitter.com/TCDrRtoLGw
— roberto caferra (@robertocaferra) 9 de junio de 2019
A pocos días de realizarse la denominada Marcha de los Barbijos en Rosario, Manessi habló en Radiópolis (Radio 2): “A mí me parece que hay que trabajar fuerte con nuestros ingenieros agrónomos para que entiendan que están usando veneno y hay que incidir sobre las empresas para que hagan productos menos dañinos que son cada vez más fuertes”, indicó.
Consultado por los periodistas Roberto Caferra y Evelin Machain sobre la actualidad del uso de glifosato en la provincia, observó: “En los pueblos se sigue fumigando alrededor de las casas y hay pocas probabilidades de que hagan cumplir las normas”, sostuvo y consideró las experiencias de Hersilia y Ceres que cuentan con ordenanzas que exigen un promedio de 800 metros de distancia entre la fumigación y los cascos urbanos. “Los productores se están reconvirtiendo hacia la agroecología cuando nos decían que no había otra forma de producción”, remarcó y subrayó: “Está tomando fuerza la producción sin veneno”.
Luego, se refirió a la postura que mantienen como agrupación: “Hace cuatro años que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reclasificó al glisfosato como posiblemente cancerígeno y al 2,4-D también como posiblemente cancerígeno y para nosotros esto termina con la discusión”, mencionó y terminó: “Senasa no reclasificó como debería haber mantener una onda verde cuando debería ser amarillo o roja, es un error que le va a costar mucho”.