En las requisas que se llevaron a cabo este miércoles en los pabellones 6, 7, 8 y 9 de Piñero como consecuencia de los atentados contra el banco Macro y el hospital de emergencias Clemente Álvarez –donde también se dejaron amenazas al gobernador Maximiliano Pullaro– se encontró un “búnker” en una celda que ya había sido requisada esta semana. Así lo afirmó el fiscal Franco Carbone, uno de los que interviene en la causa por la que hubo 46 allanamientos este jueves en Rosario, Pueblo Esther y Villa Gobernador Gálvez.
“Requisamos por tercera vez esta semana algunos pabellones y nos encontramos, para nuestra sorpresa, con celulares. En un pabellón había un búnker en una celda. Había 50 y pico de bochas de marihuana prensada para la venta al menudeo”, aseguró.
Puntualmente, el sector allanado tres veces esta semana y donde se halló la droga este jueves es el pabellón 9 de Piñero. Justamente, en las amenazas dejadas escritas en los atentados contra el Macro y el Heca, se hacía alusión a que supuestamente los hechos habían sido planificados desde ese pabellón carcelario.
Cabe destacar, que en noviembre pasado, en el marco del crimen del subinspector Leoncio Bermúdez (42 años) ocurrido en el hospital Provincial, la División de Inteligencia de la Agencia de Investigación Criminal –con colaboración de la Tropa de Operaciones Especiales– allanó ese mismo pabellón (el 9 de la cárcel de Piñero), donde está alojado el recluso Gabriel Guillermo Lencina, a quien quisieron rescatar los sicarios que irrumpieron en el centro de salud de barrio Martin. En esta oportunidad, hace menos de un mes atrás, se secuestró cocaína, marihuana, chips, cargadores y celulares.
“Tenemos una fuerte sospecha, de hecho es la principal hipótesis, de que fue una instigación de la cárcel por una primera reacción a lo que hizo el Gobierno en Piñero”, agregó Carbone.
El fiscal comentó que en los 46 allanamientos de este jueves no hubo detenidos, pero sí personas aprehendidas, cuyos antecedentes son revisados en horas del mediodía para resolver su situación procesal. “No buscábamos detenciones. En los celulares vamos a encontrar datos importantes”, finalizó.
En los operativos, según pudo saber Rosario3, se incautaron 87 teléfonos, $610.000, tres camionetas, dos autos, dos motos y un arma de fuego.
Para la investigación no hay dudas de que los atentados fueron la respuesta a la reubicación de presos que estaban en pabellones comunes a sectores de alto perfil. Sobre esa base, presumen que los ataques fueron digitados desde el pabellón 9 (ya que figura “la banda del 9” en los carteles) o desde los pabellones 6, 7 y 8.
La idea de que provendría de los pabellones 6, 7 y 8 para hacer una “tumbeada” a los del 9 radica en que el 9 no fue objeto de la reubicación de presos el martes pasado, como sí ocurrió en los otros sectores.
Por su parte, el secretario de Seguridad Pública Omar Pereira señaló: “No nos vamos a mover un milímetro de las cuestiones previstas para encausar la seguridad. Y vamos a ir contra la gente uniformada que en lugar de policías son delincuentes vestidos de policías”.