El ataque a tiros contra el complejo educativo “Rosa Ziperovich” ocurrido este martes por la noche no fue un hecho aislado. Es el quinto atentado contra una escuela, y el segundo contra el mismo edificio situado en avenida Sabín y Juan B. Justo, que además tiene custodia policial fija, situación no imposibilitó la última balacera, que fue perpetrada por sicarios que dejaron dos notas.
La jefa de la unidad de Balaceras del Ministerio Público de la Acusación Valeria Haurigot informó en la mañana de este martes que había hasta entonces 11 causas por intimidaciones a establecimientos educativos, de los cuales, 4 eran por ataques a tiros que habían sido concretados. A ese número ahora se sumó el último hecho horas después.
En una de las ventanas del complejo educativo “Rosa Ziperovich” los gatilleros dejaron dos notas antes de disparar tres veces contra la fachada. Una de ellas estaba dirigida a los agentes penitenciarios de la cárcel de Piñero por “verduguear” a presos de alto perfil.
Entre las primeras líneas de investigación se intenta establecer si el mensaje y el atentado tienen relación con una requisa en la cárcel de Piñero que tuvo lugar en horas de la mañana del martes con la visita de un preso que está condenado por un homicidio.
Sin embargo, la escuela de Sabín y Juan B. Justo ya fue el lugar elegido para otra balacera, la que ocurrió el 8 de abril pasado, cuando sicarios efectuaron seis tiros y dejaron dos carteles alusivos a dos integrantes de una presunta célula de Los Monos que opera en la zona noroeste de Rosario.
La balacera del 8 de abril y de este martes no fueron los únicos episodios de intimidación al establecimiento educativo. Antes del primer ataque a tiros habían colocado una nota dirigida a presuntos narcos presos que disputan la zona noroeste con la organización conocida como “Los salteños”. Dicho papel tenía una bala pegada.
El mismo mensaje amenazante recibió después la escuela José Ortolani de Génova y Cullen, con el mismo contenido y con una bala adherida a la nota.
“Estamos consternados. Es otro ataque más, y a una escuela particularmente golpeada, que ya sufrió balaceras, aunque ahora con un móvil policial. Lo balearon caminando. Lo venimos diciendo, la impunidad de las bandas es total. La Policía no hace nada. Tenemos que pensar cómo vamos a recuperar la tranquilidad”, dijo Juan Pablo Casiello, secretario general de Amsafé Rosario, en Radiópolis (Radio 2).
Cuando Casiello aseveró que el establecimiento educativo estaba “particularmente golpeado” hizo referencia a que en ese establecimiento funciona la escuela bilingüe “Cacique Taigoyé” a la que asistía Máximo Jerez, el nene de 12 años que el pasado 5 de marzo fue asesinado a tiros al quedar en medio de una balacera perpetrada por sicarios contra un búnker de la banda de “Los salteños”, que opera en el asentamiento “Los Pumitas” de barrio Empalme Graneros.
Mapa de escuelas atacadas
La primera balacera contra una escuela este año ocurrió el 5 de marzo pasado en Ayolas y Grandoli, en la zona sur, cuando desde una moto abrieron fuego contra la fachada de “Santa Isabel la Católica” y dejaron una nota escrita.
El segundo y tercer ataque fueron el 8 de abril. Uno, como ya se contó, fue el edificio de “Rosa Ziperovich”, y el otro el ubicado en Larrea al 300, donde funciona la escuela “José Mármol”, donde también dejaron un papel con un mensaje intimidatorio.
El cuarto tuvo lugar el martes de la semana pasada, cuando dispararon contra el establecimiento “Brigadier Estanislao López” situado en Provincias Unidas y Pampa, en la zona noroeste. En ese caso no se encontraron carteles, y recién la situación se conoció dos días después, el jueves a la tarde.
El último, nuevamente, tuvo como epicentro a la escuela de Sabín y Juan B. Justo.