Siguen los ecos del impactante triple crimen de Ibarlucea, en el que murió una pareja y su pequeña niña de un año, que fue noticia nacional este fin de semana. Ante tamaño hecho de violencia y sangre, una pregunta se impone: ¿por qué estaban libres los novios que llevaron a cabo la fiesta en un country de la vecina localidad? La respuesta intentó darla un juez federal rosarino que participó del proceso que terminó con la excarcelación de Esteban Enrique Rocha, alias “Pinki”, que el viernes se casó con Brisa Milagros Leguizamón Ferreyra. Este lunes, la Fiscalía confirmó que participaban como eslabones de una organización narcocriminal.
El novio libre
Aníbal Pineda, juez federal, vicepresidente de la Cámara de Apelaciones de Rosario, habló este lunes con el programa Radiópolis, por Radio 2. “En relación al triple crimen de Ibarlucea, yo creo que los jueces somos funcionarios públicos y debemos dar cuenta de nuestras acciones, sobre todo en causas sensibles como esta”, comenzó diciendo el magistrado. “Yo puedo hablar de la parte en la que me tocó intervenir, que fue la excarcelación de (Esteban) Rocha, que es el hombre que se casó el viernes y que dio lugar al triple homicidio”, continuó.
“Nosotros desde la Cámara de Apelaciones de Rosario habíamos revocado la excarcelación y lo habíamos dejado en prisión preventiva porque había pruebas suficientes de que esta persona participaba de una estructura de venta y distribución de droga”, aclaró Pineda.
El juez detalló que “luego intervino la Cámara Federal de Casación Penal, que son los superiores nuestros, y recurrió ese fallo. Aplicaron un criterio diferente al nuestro, consideraron que se debe aplicar el principio de inocencia y el derecho de estar en libertad del imputado cuando no hay pruebas suficientes sobre lo que se denomina riesgo procesal”.
Pineda consideró que “ahí queda clara la diferencia de criterio que existe en la Justicia”. Y aseguró que “desgraciadamente hay otras personas que tienen otra mirada”.
Ante la pregunta sobre el posible “arreglo” de la excarcelación con dinero, Pineda respondió: “No creo que éste sea el caso de la compra de una excarcelación con dinero; yo creo que tiene que ver con un convencimiento doctrinario que indica que hay que aplicar a rajatabla el principio de inocencia, son jueces o profesores que quedan presos incluso hasta de los libros que han escrito”.
“Yo creo que hay que tener una mirada mucho más específica y práctica a la hora de dictar las excarcelaciones, porque después sufren las personas que viven en esos barrios”, sentenció el juez federal de Rosario.
Después, emitió una opinión estructural sobre la problemática narco en Rosario: “Hay cierta tolerancia social a esa parte del narcotráfico que no ve violencia, pero que forma parte de la contracara de la misma moneda. No se puede aceptar la parte del lavado de dinero del narcotráfico y después cuestionar el emergente violento de ese negocio, que pueden ser las muertes”, afirmó.
Y remató: “El narcotráfico es todo; no solo las muertes en los barrios sino también el agente de bolsa, el que lava dinero, la imobiliaria, la constructora, los profesionales”.
La novia en libertad
El secretario de Seguridad de Santa Fe, Jorge Bortolozzi, también salió a dar explicaciones en Radio 2. Y se concentró en la situación de la novia, Brisa Leguizamón Ferreyra, quien debía estar en su domicilio de la zona sur de Rosario cumpliendo con prisión domiciliaria con tobillera electrónica.
“Es tan infantil esto; se le da una prisión domiciliaria. ¿Qué hizo la empresa que monitoreaba a esta persona con tobillera? ¿Estaba en calle Rueda esa noche? ¿Está ahora? Se nos ríen en la cara a las autoridades y de la gente”, dijo.
Y cuando le apuntaron que él también formaba parte de ese contexto como funcionario del Estado provincial, admitió: “Por supuesto, por eso yo pongo la cara porque formo parte del Estado, pero me gustaría que salgan a dar explicaciones por qué esta gente estaba en libertad”.
Sobre el sitio en el que se desarrolló el casamiento narco, Bortolozzi consideró que “estos countrys se han convertido en un lugar de fortaleza para estos delincuentes, no van a hacer un casamiento a un club de barrio”. Ante una pregunta puntual, el secretario de Seguridad no descartó que se trate de una disputa entre la banda de Los Monos y la que lidera Esteban Alvarado.
“El espiral de violencia va aumentando; estamos viendo cosas similares a lo que sucede en México, donde a los adversarios para amedrentarlos les tiran aceite caliente o cortan los cuerpos con motosierras”, describió.
“Tiene que haber un orden con los detenidos de alto perfil en la cárcel de Piñero. Este es un tema serio porque a la gente la matan, ya no es como se decía antes «que se maten entre ellos». Eso no está sucediendo. No debemos perder de vista que murió una nena de un año”, finalizó.