Un fiscal de Rosario fue amenazado este lunes mientras imputaba a los 19 presuntos integrantes de la violenta banda narco que lidera Julio Rodríguez Granthon desde la cárcel federal de Ezeiza. Quien lo intimidó fue Nazareno Uriel “Anteojitos” Gauna, acusado como uno de los sicarios de la organización investigada. La audiencia se reanudará este miércoles en el Centro de Justicia Penal después del cuarto intermedio que determinó la jueza María Carrara.
El funcionario judicial intimidado fue Franco Carbone, quien junto a la fiscal Valeria Haurigot, ordenaron los allanamientos contra la presunta asociación ilícita de Rodríguez Granthon y requisaron celdas en la cárcel de Ezeiza, Coronda y Piñero, donde se incautaron más de 40 celulares en total.
Los fiscales explicaron que la investigación cobró impulso a partir de extorsiones y balaceras que tuvieron lugar en enero pasado en la zona oeste de Rosario, específicamente en Espinosa al 6500 y en Doctor Riva al 5600. La familia que sufrió los ataques recibió comunicaciones de Rodríguez Granthon, quien exigía el pago de unos 150 mil dólares para saldar una deuda.
Los principales investigados, además del jefe narco –que acumula dos condenas por narcotráfico y una imputación por presunta participación en el crimen del ex concejal Eduardo Trasante– son su padre Francisco Antonio Rodríguez Villarreal, que fue detenido en Esteban de Luca al 1200 (Funes), y su novia Lucila Aylén Rioja, allanada en Montevideo al 4400, en barrio Echesortu.
Otros dos eslabones de relevancia para la causa son, a criterio del Ministerio Público de la Acusación, Brian Emanuel Villalba, sindicado como su “mano derecha”, y Nazareno Gauna, uno de sus gatilleros.
Para la causa, la presunta asociación ilícita opera aproximadamente desde 2016 en los barrios Empalme Graneros, Nuevo Alberdi y Zona Cero, donde habría tejido alianzas con células que trabajan para Los Monos. Además, añadieron que las actividades de la organización se expandió a Funes y Arroyo Seco, localidades que fueron objetos de allanamientos el lunes de la semana pasada.
Sobre Gauna, los fiscales señalaron que está preso desde abril pasado como presunto gatillero de la banda que dirige Máximo Ariel “El Viejo” Cantero, pero que en avance de la investigación pudieron determinar que en realidad es un “tiratiros freelance”, que hace balaceras por encargo para cualquier estructura.
Mientras el fiscal Carbone indicaba que Gauna y su pareja eran de la banda del fundador histórico de Los Monos, el presunto gatillero –que estaba por videoconferencia– dijo “que el fiscal Carbone deje de hablar al pedo” y “esto no va a quedar así”.
Esa tensa situación, que quedó grabada, será el motivo de una presentación judicial que hará el propio fiscal contra el imputado por el delito de amenazas.