Este miércoles se cumple un año del feroz asesinato del ex concejal Eduardo Trasante, quien fue ejecutado de dos balazos en el interior de su casa de San Nicolás 3638. En el transcurso de la investigación fueron imputadas cinco personas, de las cuales una ya fue condenada. Hasta el momento no se conoce una hipótesis sobre la motivación del crimen, aunque hay pistas que conducen hacia internos de Piñero con vínculos con Los Monos.
El crimen fue a las 15.15 del martes 14 de julio de 2020. Lo que se conoce de la mecánica es que dos personas llegaron a pie hasta el domicilio, golpearon la puerta, dijeron ser amigos de la hija del pastor y cuando les abrieron se metieron por la fuerza. Dentro de la casa y ante la presencia de la esposa, la hija y una amiga, efectuaron dos disparos: uno impactó en la frente de Trasante y el otro en la mano derecha.
La investigación a cargo de los fiscales Gastón Ávila y Matías Edery, por la evidencia encontrada en un primer momento, hizo que la reconstrucción del hecho se basara a partir del Peugeot 308 que usaron los sicarios para llegar a la casa del ex edil de Ciudad Futura y que dejaron estacionado a la vuelta del domicilio.
Ese Peugeot 308 blanco modelo 2012 fue robado el 10 de julio del año pasado, cuatro días antes del crimen, en una entradera en Juan XXIII al 6600. Por ese asalto fue imputado Ariel Hernán S., de 21 años, quien no quedó vinculado con la causa del asesinato.
A partir de ese robo hecho por tres delincuentes, entre los que se encontraba Ariel Hernán S., los fiscales siguieron la pista de los compradores. Ahí se suman en la causa los nombres de Aníbal Maximiliano Galbán –ya condenado a 7 meses de prisión– y Brian Nahuel Álvarez, quienes lo adquirieron por 20 mil pesos.
Galbán, de 24 años, fue condenado por "encubrimiento por receptación dolosa en grado de coautor". Se denomina “receptación dolosa” al delito cometido por quien teniendo conocimiento de la comisión de un delito contra la propiedad, aprovecha para sí los efectos del mismo. No quedó involucrado en la causa por la autoría o planificación del asesinato.
Los dos compradores del Peugeot 308 actuaron por pedido de un preso de Piñero: Isaías Zenón, quien a su vez lo hizo por el encargo de otro recluso, el narco peruano Julio Rodríguez Granthon, quien está a punto de ser llevado a juicio en la justicia federal de Rosario por venta de cocaína. Zenón no fue imputado en la causa, pero sí Rodríguez Granthon.
El que robó y vendió el Peugeot 308 blanco modelo 2012 declaró que rechazó un ofrecimiento de los compradores –Aníbal Galbán y Brian Álvarez– por "un trabajo más grande" por medio millón de pesos, que se presume que podría ser el homicidio de Trasante.
Lo que aún no está claro es si el pedido de Rodríguez Granthon al otro preso Isaías Zenón de comprar un auto para usarlo para el crimen fue por decisión personal o también por encargo de otra persona.
Los últimos dos imputados en la investigación son Facundo López y Alejo Leiva. Para los fiscales, López, Leiva junto con Rodríguez Granthon "prestaron un aporte indispensable en el desarrollo del plan criminal para ejecutar el homicidio". Podrían afrontar una pena de prisión perpetua, según aseveró el fiscal Ávila.
Leiva es quien según los fiscales hizo tareas de inteligencia previas al homicidio. Sacó fotos del frente del domicilio y también preparó carteles que decían "Por violador" y "Nunca más vas a violar a una mujer", que no fueron dejados en la escena del crimen. Una de las hipótesis es que esos mensajes tenían como objetivo ligar el móvil del asesinato a un supuesto abuso sexual, que no observa por el momento en la causa.
En tanto, Facundo López, para los fiscales, es quien efectuó el pago de los 20 mil pesos por el Peugeot 308 y quien lo recibió después de la operación. El auto fue hallado abandonado y sin neumáticos después en Barcalá al 4600, a cuatro cuadras de donde vive López.
Leiva y López, en resumen, fueron quienes hicieron tareas para conseguir el auto –por encargo de Isaías Zenón y éste por pedido de Rodríguez Granthon, ambos con relación con Los Monos– y para descartarlo después del crimen. Y brindaron detalles, como la constatación del domicilio y en qué momento podrían encontrarlo allí. En los allanamientos donde los detuvieron se encontró un documento de Héctor Noguera, alias "Gordo Dani", jefe narco de Villa Gobernador Gálvez ligado al clan Cantero que está preso por balaceras y un crimen.
En el derrotero de la causa, el fiscal Gastón Ávila sostuvo que no encontró "una sola evidencia" de que el asesinato haya sido por motivaciones políticas, por las tareas llevadas adelante en el Concejo Trasante. También descartó que el homicidio haya tenido relación con su actividad pastoral en las cárceles.