Tres taxistas fueron asesinados en menos de un mes en Rosario. El último caso ocurrió este martes por la noche en Flammarion al 5100, donde Héctor Raúl Figueroa, de 43 años, recibió múltiples disparos al llegar al destino que le había marcado su pasajero, al que llevaba en el asiento delantero. Así, Figueroa se sumó al violento destino de Juan Manuel Britos (40), baleado mientras limpiaba su taxi en la puerta de su casa de Villa Banana el 16 de febrero; y al de José Luis Assale (63), asesinado el 13 de febrero pasado en Necochea y Doctor Riva. Ninguno de los tres hechos se enmarca en robos que terminaron de la peor manera. El de Figueroa plantea, además, algunas preguntas.
De acuerdo a los datos recolectados en la investigación que lleva adelante el fiscal Patricio Saldutti, el conductor del taxi frenó con el Cronos en Flammarion al 5100, apagó el motor y fue emboscado a tiros por un tercero que se acercó a pie y se puso a la par de la ventanilla de Figueroa.
El cuerpo de la víctima tenía impactos de bala en el cráneo, en el tórax y en el cuello. En el interior del auto se halló su morral con dos billeteras y su celular, por lo que estaría descartada la hipótesis de un homicidio en ocasión de robo.
Los peritos forenses incautaron nueve vainas servidas calibre 9 milímetros y una zapatilla, que de acuerdo a testigos, se le cayó al pasajero que se fue corriendo junto con el gatillero en dirección a las vías del ferrocarril, a la altura de calle Margis.
La escena del crimen despertó algunas preguntas: ¿por qué el pasajero iba adelante? ¿Por qué Figueroa apagó el motor del auto? ¿Por qué el pasajero, que habría sido el “entregador”, se puso en riesgo sentándose allí siendo que podía resultar herido en el ataque?
Por la mecánica y las evidencias encontradas, fue un ataque directo y no hubo robo. La causa luego deberá establecer los motivos de semejante emboscada.
El anterior crimen de un taxista fue el 13 de febrero pasado en Necochea y Doctor Riva, cuando el conductor José Luis Assale (63) trasladó al pasajero Carlos Uriel Acosta (22) desde la ciudad de San Lorenzo. Cuando frenó el Fiat Siena, aparecieron sicarios que realizaron diez disparos que causaron la muerte de ambos.
En esa causa se recolectaron testimonios de que Acosta frecuentemente tomaba un taxi para comprar droga en el barrio Tablada y luego vendía el material estupefaciente en San Lorenzo.
El otro homicidio de un taxista fue el 16 de febrero. La víctima fue Juan Manuel Britos (40), quien fue baleado mientras limpiaba su taxi en la puerta de su casa, en Felipe Moré al 2600.
Según las declaraciones de los familiares de Britos, los atacantes eran dos, se desplazaban en una moto y le dieron 29 tiros.
La víctima había tenido custodia policial en la puerta de su casa por balaceras que tuvieron lugar en febrero del año pasado, aunque dicha medida de seguridad fue levantada meses después.
Los ataques a tiros, según había contado el propio Britos en febrero de 2023, habían sido ejecutados por gatilleros que le dejaron papeles firmados por “La mafia” donde le pedían que dejara el inmueble.