Otros tres autos fueron quemados en distintas zonas de Rosario durante la madrugada de este miércoles, además del par que fue incendiado a metros del estadio de Rosario Central en el barrio de Arroyito. En todos los casos, se presume que fueron ataques incendiarios intencionales.
Un Renault Clio de color blanco ardió y quedó completamente consumido por el fuego en inmediaciones de Avellaneda al 5600, en el extremo sudoeste de la ciudad. Según se informó en Radio 2, ocurrió cerca de las tres de la madrugada.
Agentes policiales acudieron al lugar tras recibir un aviso telefónico de una persona que al pasar vio el auto envuelto en llamas. Por el momento se desconocen los pormenores del hecho, aunque esta mañana en el vehículo persistía un fuerte a olor a combustible, que refuerza la hipótesis del incendio intencional.
Otro de los episodios tuvo lugar en Pasaje Blanqué al 1500 –en la intersección con calle Paraguay– en el barrio España y Hospitales, donde en un rango de horario similar al hecho registrado en zona sudoeste al menos dos hombres tiraron una bomba molotov en el interior de un Citroen C4 que estaba estacionado y abandonado en la cuadra.
Un vecino del barrio brindó su testimonio en Radio 2 y mencionó que el vehículo estaba abandonado desde hacía unos 15 días. “Anoche me llaman un vecino y mi viejo que vive en la esquina, se estaba prendiendo fuego, quise apagarlo con un extinguidor pero era imposible. Ni los bomberos pudieron”, explicó.
Incluso las llamas –agregó el hombre– prendieron fuego parte de la ventana de la casa de su tía. “El dueño ni apareció por acá”, sostuvo. Pudieron ver la secuencia del ataque mediante cámaras de seguridad de la cuadra.
Un tercer episodio de tintes parecidos se registró esta madrugada en Pasaje Asunción al 6200 –en cercanías a la intersección con Campbell– en el barrio Belgrano, zona oeste de la ciudad. Según información de la Policía, prendieron fuego un Fiat 1500 y por el testimonio de vecinos habría sido intencional.
Estos hechos se suman al ocurrido en la zona de Juan B. Justo y Drago, a menos de cien metros del estadio Gigante de Arroyito de Rosario Central, donde ardieron dos vehículos y se halló un grafiti escrito en el piso con un mensaje amenazante que incluía las palabras “sede” y “traidores”.
Antecedentes recientes
Durante las últimas semanas hubo en la ciudad una saga de ataques incendiarios contra comisarías, al menos un patrullero, vehículos particulares, dependencias estatales y hasta la parroquia del padre Ignacio. La iglesia Natividad del Señor de barrio Rucci fue blanco de un ataque incendiario durante la madrugada del 30 de noviembre. Al menos una persona pasó por el frente de Mena al 2600 y arrojó una bomba molotov que estalló y generó el fuego que afectó tanto el piso como parte de la reja y la pared de la capilla. Pocos días después, entre la noche del domingo 1 de diciembre y la madrugada del lunes siguiente, arrojaron una cubierta prendida fuego contra uno de los laterales del predio que la Policía de Investigaciones (PDI) tiene en la zona sur de Rosario. Otros dos ataques tuvieron lugar en el centro de Rosario en la madrugada del miércoles 4 de diciembre. El primero ocurrió contra el edificio de la Secretaría de Niñez provincial, ubicado en Ricardone al 1300, donde estalló el vidrio de la puerta por las llamas. El segundo fue en Presidente Roca al 500, donde tiraron una molotov contra un Fiat 500 blanco que estaba estacionado. Además, en la madrugada del jueves 5 de diciembre atacaron el frente de una verdulería ubicada en Mendoza al 6000, barrio Azcuénaga. Una persona quedó filmada en el momento en el que arroja una bomba molotov contra el portón de ingreso, lo que causó una explosión que no pasó a mayores. Entre la noche del jueves 12 y la mañana del viernes 13 de diciembre se registraron dos episodios en Rosario y en Pérez. Frente a la comisaría 9ª, ubicada en el barrio de Arroyito, prendieron fuego un móvil policial. En tanto, en la vecina localidad incendiaron un auto particular y dejaron una nota alusiva a las condiciones de detención de presos. Según indicaron fuentes judiciales a Rosario3, la semana anterior había ocurrido una situación idéntica, pero en la puerta de la comisaría 22ª de Pérez, donde prendieron fuego un patrullero y arrojaron una nota. Más atrás en el tiempo, durante abril de este año, hubo otra saga de ataques incendiarios que incluyó siete escenas de incendios intencionales de automóviles durante la madrugada del sábado 27. Fue una sucesión que se concentró en barrio Matheu, pero que también tuvo episodios en Bella Vista, Alvear y de la Carne. Las investigaciones apuntaron que dichos ataques fueron una nueva forma de transmitir el descontento de reclusos por el endurecimiento de los regímenes penitenciarios provincial y nacional. Junto a los vehículos prendidos fuego aparecieron notas con menciones a la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, el gobernador Maximiliano Pullaro y el ministro de Seguridad de Santa Fe, Pablo Cococcioni.