Un joven que se desempeña en el rubro informático fue blanco de un asalto este martes a metros de su casa de zona norte, en momentos en que iba a abordar una combi que lo iba a trasladar hasta el Aeropuerto de Ezeiza, donde iba a viajar a Estados Unidos para realizar un trabajo temporario.
A punta de pistola, los delincuentes se llevaron una mochila que, entre otros objetos de valor, tenía el pasaporte y una visa, cuya pérdida obligó a la víctima a reprogramar el viaje laboral.
Con la esperanza de poder evitar las diligencias largas y burocráticas que demandan la tramitación de los documentos robados, que no tienen valor alguno excepto para la víctima, Esteban Morales solicitó la ayuda de la población para que lo contacten en caso de encontrar los documentos robados. Para ello, puso a disposición su teléfono: (341)2257068.
Horas después del mal trago, una mujer contactó por redes sociales a la víctima para avisarle que había encontrado el DNI tirado en la calle. El documento estaba en Pellegrini y Carriego. Pero aún falta dar con el pasaporte y la visa.
Un barrio a merced de robos
Los asaltantes sorprendieron a Esteban en la puerta de su casa de Olivé al 1800, a metros de avenida Alberdi, en el límite de los barrios Arroyito y Sarmiento, alrededor de las 20.30.
El joven contó a Rosario3 que cuando se disponía a subir a la combi de traslado, dos motos con cuatro ocupantes asomaron por Muñíz. Uno de los delincuentes lo encañonó y Esteban le entregó una mochila, donde tenía una notebook de trabajo, dólares, la billetera, el pasaporte y la visa. Todo ocurrió en segundos.
Un vecino que observó la secuencia no tardó en accionar la alarma vecinal, pero para entonces los asaltantes ya se habían escapado por el lado de Alberdi. Poco después, hizo la denuncia en la comisaría 10ª.
Los asaltantes eran tres varones y una chica joven repartidos en dos motos. Uno de ellos le apuntó al pecho y le dijo “dame todo” y lo amenazó para que no lo mirara a la cara. También le apuntaron al chofer de la combi. Aunque no puede asegurarlo, Esteban no cree que se haya tratado de una batida, sino de un hecho de inseguridad como tantos que ocurren en la ciudad.
El joven vivió casi toda su vida en su casa de Olivé al 1800, a metros del cruce con Alberdi, en el límite de Arroyito y Sarmiento, donde vivieron sus abuelos y nació su madre. Un barrio donde, años atrás, todavía podía verse a vecinos tomando mate en la vereda y trajinando en horas nocturnas.
Hoy, a fuerza de hechos de inseguridad como robos violentos, el panorama cambió y, como gran parte de la ciudad, ese sector de zona norte se transformó en un barrio de puertas adentro, donde abundan los carteles de casas en venta.