En el departamento Rosario hubo 152 homicidios dolosos en lo que va del año, según datos del Observatorio de Seguridad Pública. De ese número, cinco fueron cometidos en terrenos descampados o caminos rurales entre finales de mayo y julio. “Lamentablemente, hay varios puntos de la ciudad que se utilizan para el descarte de los cuerpos”, dijo este miércoles Patricio Saldutti, que investiga el doble crimen de las hermanas Marianela y Estefanía Gorosito, cuyos cuerpos fueron encontrados entre bolsas de basura en Cabin 9, en jurisdicción de Pérez.
El doble homicidio que se perpetró entre la noche de este martes y la madrugada de este miércoles –según la estimación de los médicos forenses que examinaron los cuerpos de las jóvenes–, y no está claro si las víctimas fueron ejecutadas en el lugar o si ahí descartaron los cadáveres.
En medio de la incipiente investigación, el fiscal de la causa ordenó cotejar la única vaina encontrada al lado de los cuerpos con las tres vainas secuestradas dentro de un Citroën C3 secuestrado en la noche de este martes, también en Cabin 9. Coinciden en el calibre, que es 9 milímetros.
También se deberá cotejar la sangre encontrada en los asientos traseros del C3 con el de las víctimas. La sospecha parece fundada: el auto fue incautado por Gendarmería cerca del lugar del doble homicidio, tiene manchas de sangre y tres vainas servidas.
La persona que manejaba el auto es Willian E. L., un paraguayo de 18 años que quedó detenido y que podría tener relación con las violentas muertes de las hermanas Gorosito.
La zona oeste de Rosario acumula en los últimos dos meses causas como las de este doble crimen. Coincide en todos los hechos que son zonas con escasa luminosidad de noche, no hay cámaras de vigilancia y las víctimas son asesinadas con una mecánica mafiosa.
“Se aprovechan los descampados”, aseveró Saldutti este mediodía en De 12 a 14 (El Tres). Esa declaración tiene cuatro antecedentes que pueden respaldarla entre el 31 de mayo y este 20 de julio.
Crímenes en zonas rurales o descampados
En la madrugada del pasado 31 de mayo hubo dos asesinatos. Uno fue en Aborígenes Argentinos al 7100, en una zona rural, donde mataron de siete tiros a Georgina Maricuz Olguín, una joven de 24 años que cursaba un embarazo de 9 meses. El cuerpo de la mujer fue hallado al lado de un Meriva que fue prendido fuego.
El segundo crimen de ese último día de mayo fue en un camino rural de la vecina localidad de Soldini, donde Damián Alexis Manchado, de 27 años, fue asesinado a tiros y al lado de su cuerpo había vainas servidas. La fiscal de Homicidios Dolosos Gisela Paolicelli, de turno en aquel momento, no descartó conexión entre los dos ataques.
El tercer asesinato en un descampado fue el 23 de junio, y también fue en Cabin 9. El cuerpo de Brandon José Luis Segovia, de 16 años, fue encontrado en medio de un basural. Estaba maniatado y con heridas de arma de fuego. En la escena se incautaron tres vainas servidas calibre 9 milímetros.