Este miércoles se cumplen tres meses del asesinato del ex concejal Eduardo Trasante, quien fue atacado dentro de su casa de San Nicolás 3638 por dos personas que aún no se pudieron identificar. Detrás del homicidio hay varias hipótesis que investigan desde Fiscalía para tratar de establecer por qué se planificó el crimen por parte de internos que se encuentran en la cárcel de Piñero.
Durante la investigación, se imputaron a tres personas. Una por haber robado el Peugeot 308 blanco que luego se utilizó en el asesinato, y las otras dos por, al menos, haber participado en la operación de compra del auto sustraído el 10 de julio en una entradera ocurrida en Juan XXIII al 6600. De este modo, Fiscalía intenta reconstruir, de atrás hacia adelante, el camino del hecho: va desde el robo del auto hasta quiénes ejecutaron el homicidio de gravedad institucional.
La mira actualmente está puesta en Aníbal Maximiliano G. y Brian Nahuel A., quienes compraron el Peugeot 308 robado. Fueron imputados por los fiscales Gastón Ávila y Matías Edery y están presos por al menos aportar la logística a los autores materiales del crimen.
Por el momento no está determinado quiénes eran los dos sicarios que ingresaron y mataron al ex concejal de Ciudad Futura. Del hecho trascendió el robo del celular a la esposa de la víctima, que nunca fue hallado.
La adquisición del Peugeot 308 fue planificada desde el pabellón 9 de Piñero. Al menos un recluso dio la instrucción de comprar un vehículo para ejecutar el plan criminal. Se trata de Isaías Zenón, a quien le sacaron el teléfono en la celda y también allanaron la casa de su familia de la zona oeste de Rosario. Lo que se investiga es si Zenón puso la "mano de obra" a cambio de dinero por pedido de otro interno. Ese otro preso sería Julio Andrés Rodríguez Granthon, ciudadano peruano vinculado al narcotráfico, que está allí desde mayo del año pasado.
Zenón ya se encuentra imputado por un hecho similar, donde le ofertaron unos 100 mil pesos para contratar a un sicario para matar a un joven en Garzón al 300 bis. La víctima era miembro de la banda de los hermanos Almaraz, y quien le hizo el ofrecimiento a Zenón es Brian Jesús "Gordo" González, preso en Piñero y condenado a 16 años por el crimen de Any Rivero en Capitán Bermúdez.
Lo que no está claro es por qué se planificó el asesinato de Trasante desde la cárcel. No trascendió que el ex concejal haya sido amenazado previamente; ni tampoco se reportó ningún incidente en las visitas que hacía por su trabajo pastoral.
Así las cosas, el análisis de varios teléfonos genera cierta expectativa. Pero algunos de ellos demoran más la investigación por el pésimo estado en el que fueron hallados. En el caso del narco Rodríguez Granthon, éste dañó su celular a propósito antes de ser revisada su celda. La información de esos aparatos podría ser clave para avanzar en la causa.
La mecánica del asesinato
El crimen ocurrió el 14 de julio en San Nicolás 3638, donde vivía Trasante. El Peugeot 308 blanco fue visto por las cámaras de la zona antes del homicidio, cuando se desplazaba por San Nicolás, intenta doblar por Casablanca, desiste de hacerlo y sigue por San Nicolás hasta cruzar bulevar Seguí. Luego, giró por Saavedra, Constitución, Seguí y después estacionó por pasaje Santa Isabel –paralela a San Nicolás–. Se estima por las cámaras que cuatro minutos después llegaron al domicilio del ex concejal.
La sospecha de que el Peugeot 308 robado se usó para el asesinato está basada en que el vehículo sustraído en la entradera y el visto por las cámaras de la zona donde vive Trasante tienen la misma particularidad: tiene la puerta delantera derecha chocada. A esto se suma que horas después del homicidio el rodado fue abandonado en Barcalá al 4600, donde fue hallado sin los cuatro neumáticos.
Investigación paralela
Por otra parte, la esposa de Trasante realizó una denuncia penal por la publicación en Twitter de la foto del cuerpo del pastor dentro de su casa. La imagen fue posteada y borrada por al menos dos usuarios, un periodista y un comisario retirado condenado por corrupción llamado Claudio Rubén Lentini.
El fiscal Gonzalo Fernández Bussy investiga diez celulares de policías que trabajaron en el operativo por el crimen y aguarda la pericia del teléfono de Lentini, quien fue allanado por haber amenazado a una empleada judicial del Ministerio Público de la Acusación. A los agentes que estuvieron en la escena del crimen los investiga por el delito de incumplimiento en los deberes de funcionario público.