El detenido este miércoles bajo sospecha de haber atentado a balazos contra los Tribunales federales de Oroño al 900 tiene 35 años y hasta las últimas horas se desempeñaba como empleado de un comercio de Pellegrini al 1400, señalaron fuentes de la investigación.
En la década pasada, este hombre identificado como Guillermo Sebastián C. había purgado una pena de casi 8 años de prisión por dos causas de robo calificado, sentencia impuesta en 2012, señalaron fuentes tribunalicias.
Y ya en libertad, en enero de 2021, personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) lo identificó en un allanamiento en una torre del Fonavi del Parque del Mercado, en el marco de una redada contra presuntos integrantes de la banda de René Ungaro.
A Guillermo C. la Unidad Antiterrorista de la Policía Federal Argentina (PFA) lo detuvo en una vivienda de planta San Lorenzo al 2236, que según trascendió estaba al cuidado de su madre.
En enero de 2021, el complejo Fonavi de barrio Grandoli, también conocido como Parque del Mercado, fue escenario de un rebrote de violencia callera de la mano de disputas entre bandas. Para el domingo 24, un grupo de personas cortó la intersección de Sánchez de Thompson y Laferrere con un piquete improvisado en un claro reclamo a las autoridades por hechos de usurpaciones, incendios y balaceras.
Horas antes de esa protesta, habían herido a un hombre de 44 años que por la noche caminaba por una plazoleta y recibió una lluvia de balas desde el techo de un monoblock. Uno de los impactos le fracturó el fémur. El mismo día tres sospechosos fueron detenidos y personal policial incautó dos pistolas de calibre 9 y 40 milímetros.
Según fuentes policiales, una de los detenidos con pistolas fue Lautaro Cortez, que entonces tenía 17 años y hoy se encuentra imputado junto con su padre Fernando David “Pandemia” Cortez (imputado además de balear el distrito sur y dejar un mensaje mafioso) como sospechoso de haber matado a Claudia Deldebbio y Virginia Ferreyra, además de herir a otro vecino, el 23 de julio, en un hecho que –según la Fiscalía– tuvo como móvil “la promesa remuneratoria con el fin de causar temor en la zona y herir o matar a cualquier persona ajena al conflicto para asegurar el territorio”.
El 29 de enero de 2021, personal de la AIC allanó un departamento de la torre 6, en el marco de cinco irrupciones a domicilios sospechados de aguantaderos de una banda. Guillermo Sebastián C. fue identificado y dijo estar a cargo del cuidado de esa vivienda, donde residía una integrante del clan Ungaro. El mismo grupo que, sospechan en la Justicia, estaría detrás del atentado en el que perdieron la vida Claudia y Virginia más de un año y 9 meses después.
Las medidas de investigación llevadas adelante por la Fiscalía Federal N°1 de Rosario a cargo de Javier Arzubi Calvo llevaron a la detención de Guillermo C. por el ataque de la madrugada del 28 de septiembre pasado contra el edificio de la Justicia Federal de Oroño al 900.
El dato de que el sospechoso residía en una casa de San Lorenzo al 2200 fue obtenido tras un análisis de informes de empresas de teléfonos y de lo recolectado a través de cámaras de seguridad que permitieron reconstruir el trayecto que realizó la madrugada del ataque.
En las imágenes, provenientes de cámaras tanto públicas como privadas, se rearmó el recorrido que hizo caminando el implicado desde su casa hasta los tribunales federales. También quedó evidenciado cómo efectuó las detonaciones y luego volvió a pie a su hogar, debido a la corta distancia que hay entre ambos lugares.
Durante la investigación, se determinó que el imputado utilizaba gran cantidad de teléfonos celulares, que trabajaba en un conocido local gastronómico hasta la fecha del hecho y que cuenta con antecedentes de una condena de prisión efectiva por el delito de robo calificado por el uso de arma de fuego y por la intervención de un menor de edad. Además, se pudo establecer que la justicia provincial santafesina le revocó en 2019 el régimen de salidas transitorias que le había concedido por no regresar de una de ellas. La condena venció en julio de 2020, señalaron voceros judiciales.
Los investigadores determinaron que el Guillermo Sebastián C. regresó a los tribunales federales luego del ataque. Puntualmente, se lo observó caminando por la puerta del edificio. Además, se lo observó en el momento en que arrojó a un contenedor de residuos municipal un par de zapatillas, un blíster de tarjeta SIM y papeles con anotaciones. Ese material fue resguardado por la Unidad de Investigación Antiterrorista, debido a que se trataría de material probatorio relevante.
Con base a toda esa información, la fiscalía a cargo de Arzubi Calvo le requirió al Juzgado Federal Nº4 de Rosario el allanamiento de los domicilios vinculados con la persona señalada como autor de los hechos y también solicitó su indagatoria.