La desaparición de Mauricio Jesús “Caníbal” Laferrara (27 años) de la cárcel de Devoto, hecho que se conoció el viernes pasado, encendió todas las luces de alarma. Se trata de un joven que estaba preso desde octubre de 2019 y que desde entonces acumula una pena a 5 años de prisión por narcotráfico del Tribunal Oral Federal Nº 2 de Rosario y dos condenas a perpetua por haber cometido seis homicidios en un año y medio para la banda liderada por Esteban Lindor Alvarado.
Desde que se tuvo conocimiento de que faltaba en el pabellón 11 de Devoto, se creó un equipo integrado por la Policía Federal y por la Unidad Especial de Investigación del Crimen Organizado de Santa Fe para dar con su recaptura. Eso es porque desde la Procuraduría de Narcocriminalidad se trabaja sobre la idea de que se fugó, aunque no se tiene precisiones en cómo lo habría realizado. El otro escenario, que por estas horas no se descarta, es que otros reclusos lo hayan matado y hayan descartado el cuerpo.
Laferrara cayó el 18 de octubre de 2019 en una casa de 9 de Julio al 3300, en Echesortu, cuando la Tropa de Operaciones Especiales lo arrestó con 435 gramos de cocaína, 6 mil dólares y 1.400.000 pesos. Esa fuerza de seguridad estaba encabezada por entonces por el comisario Maximiliano Bertolotti, quien actualmente está a cargo, precisamente, la Unidad Especial de Investigación del Crimen Organizado de Santa Fe.
Según la investigación que encabezaron los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery contra la banda de Alvarado, “Caníbal” Laferrara era su sicario preferido, y a su vez el encargado de planificar los ataques a tiros de la estructura delictiva.
En dos juicios que terminaron el año pasado en el Centro de Justicia Penal, el gatillero recibió una condena a prisión perpetua.
La primera causa por la que recibió la pena fue por haber integrado el grupo que el 7 de septiembre de 2019 irrumpió en una distribuidora de gaseosas de Constitución al 5100, en barrio Plata, y asesinó a tiros a Cristian “Rulo” Beliz (27) e hirió al dueño del local Oscar César “Manco” García –relacionado con Los Monos– y a otro hombre.
El otro juicio que lo tuvo como protagonista fue el del propio Alvarado, donde los fiscales le atribuyeron la autoría de cinco crímenes.
Laferrara fue, según la condena en su contra, el autor del triple crimen de Gerardo “Abuelo” Abregú (40) y los hermanos Ezequiel “Parásito” (38) y José Horacio “Grasita” Fernández (30), miembros de Los Monos que fueron acribillados dentro de un auto el 16 de abril de 2018 en Granadero Baigorria.
El sicario predilecto de Alvarado también fue acusado por haber realizado el secuestro, tortura y asesinato de Cristian Enrique el 23 de octubre de 2018. El cuerpo del joven de 22 años recién fue hallado recién el 10 de noviembre al costado de la ruta 14, entre el kilómetro 6 y 7. Se presume que ese homicidio fue una venganza a un ataque que había recibido un familiar de “Caníbal”.
El otro crimen por el que le dieron perpetua fue el secuestro, tortura y ejecución a tiros del prestamista Lucio Maldonado (36), ocurrido el 11 de noviembre de 2018.
El cuerpo de Maldonado fue encontrado dos días después del ataque en la zona de Circunvalación y Oroño con un cartel entre su ropa que decía “Con la mafia no se jode”. En el juicio, los fiscales Edery y Schiappa Pietra probaron que por entonces Alvarado usó ese sello característico de Los Monos para atribuirle a su enemigo delitos que en realidad había cometido su banda.