Un hombre mayor de edad y familiar de los dueños de la casa en la que este miércoles murió Thiago Avaca por un disparo accidental era buscado por la Policía y la Justicia bajo la sospecha de ser quien introdujo el arma en el lugar y luego se la llevó, antes de que la escena esté a resguardo.
Según información de Telenoche (El Tres), efectivos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) lo identificaron y allanaron su casa de Dorrego al 5200. Al no ser hallado, la fiscal de Homicidios Marisol Fabbro (MPA) firmó un pedido de captura en su contra.
La muerte de Thiago, de 9 años, conmueve a todo un barrio de la zona sur. Vivía en Lamadrid y Presidente Roca y pasaba largas horas en el club Tiro Suizo. Con el club cerrado por la cuarentena, había ido a jugar a la Play Station a pasaje Sin Nombre al 5100 junto a otros seis amigos de entre 11 y 17 años.
Su muerte primero se investigó como un crimen mafioso por manifestaciones de los propios menores, se supone inducidos por algún mayor, de que "un hombre había entrado por los fondos de la casa y efectuó disparos".
Sin embargo, cuando el cuerpo fue revisado por los forenses arrojó como resultado que tenía un único impacto en la cabeza, con orificio de entrada y salida. Levantaron allí una vaina calibre 9 milímetros. Como la víctima no vivía en esa casa fue perdiendo también fuerza la hipótesis de un ataque mafioso direccionado.
Entrada la noche del miércoles y cuando la evidencia ya le daba a los investigadores otra hipótesis, un familiar se quebró y dio una versión más próxima a lo que sucedió, en medio del shock de los chicos. De allí surge que ingresó "un tío que dejó una mochila en la cocina", llamó la atención de los nenes que la revisaron y uno halló el arma que dio pie a la tragedia.
Intuyen los investigadores que apuntó a Thiago y allí se produjo el descenlace. Los forenses señalaron que el orificio de entrada dejó señales de haber sido "a quemarropa" (muy corta distancia). Thiago llegó sin vida al Hospital Roque Sáenz Peña.
El juez de Menores Alejandro Cardinale espera el resultado que pueda arrojar el microscopio electrónico de barrido del laboratorio de la AIC (ex PDI) sobre el cual pasarán las muestras tomadas sobre las manos de los presentes en el momento de la tragedia, para establecer con certeza científica quién fue el autor. Ya tiene una orientación a partir de los testimonios.
El magistrado dio además intervención a las secretarías de Niñez y Adolescencia de la Municipalidad de Rosario y de la provincia de Santa Fe para la contención de todos los menores que estaban en el lugar.