Una de las situaciones que llamó la atención en el partido homenaje a Maximiliano Rodríguez en el Coloso Marcelo Bielsa fue el despliegue de una bandera en la popular donde suele ubicarse la barra brava leprosa. “Nosotros estamos más allá de todo”, decía la frase que encabezaba el trapo y que estaba acompañada por un mono con lentes, un toro y un gallo, todos vestidos con camisetas y pilusos de Newell’s. Para quienes investigan a Los Monos, se trató de una demostración de poder de parte de quienes conducen el paraavalanchas, que son Ariel Máximo “Guille” Cantero –el presunto líder–, y sus laderos Carlos Damián “Toro” Escobar y Leandro “Pollo” Vinardi.
Investigadores judiciales indicaron a Rosario3 que el hecho en sí, ocurrido en plena transmisión, fue un fuerte mensaje interno y externo. Interno porque mostró unidad después de una pelea que mantuvieron Escobar y Vinardi –ambos presos en la cárcel de Ezeiza– a principios de año, que derivó en que Guille Cantero corriera provisoriamente al Toro de la conducción de la barra brava. En tanto, el factor externo fue hacer una exhibición de poder ante las autoridades locales y provinciales.
Que la banda narco Los Monos está detrás del manejo de la barra brava leprosa no es novedad, y ya lo contó Rosario3 en varias oportunidades. Un ejemplo cercano de que esa organización criminal está detrás del paraavalanchas leproso se vio después de que la selección argentina se coronara campeona del mundo en Qatar, cuando Guille Cantero y Pollo Vinardi planificaron desde sus lugares de detención hacer una bandera relacionada con Lionel Messi y su pertenencia a Newell’s.
La intención de Cantero y Vinardi se concretó en febrero pasado, cuando la hinchada leprosa desplegó un trapo con la frase “Leproso de pendejo” que estaba acompañada por la imagen de Messi haciendo jueguitos mientras estaba en las divisiones inferiores rojinegras, otra con Leo alzando la Copa del Mundo, y el Monumento Nacional a la Bandera de fondo.
El regenteo de la barra brava de Newell’s también quedó evidenciado en una causa por un homicidio del que no existen precedentes en Rosario: el crimen de Lorenzo “Jimi” Altamirano, un músico de 28 años que fue secuestrado al voleo en la zona oeste de Rosario y asesinado a tiros el 1° de febrero pasado frente al Coloso Marcelo Bielsa con el objetivo de dejarle un papel con un mensaje a Pollo Vinardi y al Toro Escobar.
Guille Cantero, el líder de la barra de Newell’s, ya acumula casi 100 años de pena entre condenas provinciales y federales por homicidios, asociación ilícita, narcotráfico, atentados, secuestro extorsivo y amenazas.
Por su parte, Vinardi, según investigaciones del Ministerio Público Fiscal y el Ministerio Público de la Acusación, es el presunto jefe de una célula narco de Los Monos que opera principalmente en Villa Gobernador Gálvez y en la zona sur de Rosario.
En investigaciones provinciales y federales le atribuyen el mismo rol a Escobar, pero en su caso, su zona de influencia es parte del distrito Oeste de Rosario y la vecina ciudad de Pérez. El Toro empezó a ser juzgado el viernes pasado por un “femicidio vinculado u homicidio calificado por venganza transversal”. Según la acusación de la fiscal Carla Cerliani, que adelantó en el alegato de apertura que pedirá prisión perpetua, el presunto cabecilla de Los Monos pagó a sicarios para que maten a David Nahuel Amarilla (22 años) el 23 de mayo de 2019 en Ameghino al 100. El joven era el novio actual de la ex pareja de Escobar, por lo que se sostiene en la imputación que el objetivo del ataque fue hacer sufrir a la mujer.
Otro homicidio cuya investigación explica la conducción de la barra es el crimen de Nelson “Chivo” Saravia que tuvo lugar el 23 de octubre de 2021 en San Nicolás al 3700. En esa causa, los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietras sostienen que el paraavalanchas hasta al menos el 2021 estaba comandado por cuatro reclusos que responden unilateralmente a Ariel “Guille” Cantero, el jefe de los Monos preso en el penal de Marcos Paz. Estos eran Leandro "Pollo" Vinardi, Pablo Nicolás Camino, Damián "Toro" Escobar y Marcos Jeremías "Pato" Mc Caddon.
Camino está imputado como presunto jefe de la célula de Los Monos que opera en la zona oeste, sobre todo en barrio Godoy. También recibió una condena a 24 años de cárcel por el crimen de Rubén “Tubi” Segovia dentro de la cárcel de Coronda.
En tanto, para esa investigación, Mac Caddon fue puntero político y decía estar a cargo de emprendimientos audiovisuales y de confección de ropa. La imputación por asociación ilícita de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos lo ubicó como una especie de gerente zonal de las cajas de negocios sucios de la zona norte, Granadero Baigorria, Capitán Bermúdez, San Lorenzo y Puerto General San Martín. En su estilo negociador, se jactaba de arreglar con políticos y “la gorra de todos los colores”. Su mano derecha, según escuchas presentadas como evidencia, era otro referente de la barra: el ex empleado de la Defensoría de Santa Fe Aldo “Gatito” o “Chemea” Sosa. Ambos confesaban su resquemor con el sector de “Pollo” Vinardi.