Los tres crímenes cometidos entre la noche de este martes y la madrugada de este miércoles –en el plazo de cinco horas– son investigados por el fiscal de Homicidios Dolosos Gastón Ávila por disputas vinculadas a la venta de droga, aunque sin conexión entre sí. Uno de los asesinatos, el de Empalme Graneros, interrumpió un torneo de fútbol femenino que se jugaba a pocos metros del hecho, y en otro de los casos, la víctima recibió más de quince disparos.
En el departamento Rosario ya hubo 159 asesinatos en lo que va del año, según datos del Observatorio de Seguridad Pública.
Según la información que brindó el Ministerio Público de la Acusación, el primer homicidio fue a las 20.40 en Ottone y pasaje Santa Clara. En un angosto pasillo, Brisa Maitén Brest, de 22 años, recibió un disparo en el abdomen –de los cinco que fueron gatillados– de un sospechoso, que se presume que estaba a pie.
La joven fue asistida a las tres cuadras, en Ottone y Génova, fue trasladada al hospital Alberdi, desde donde la derivaron al Heca, donde murió a las 21.15.
El novio de Brisa dijo ante la Policía que su pareja estaba con su hijo de 5 años en un kiosco de Ottone y Génova, cuando le dispararon desde una moto. Sin embargo, las vainas servidas fueron encontradas por la Brigada de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal en la puerta de un presunto búnker de Ottone y Santa Clara, donde se supone que la víctima vendía droga, de acuerdo a los testimonios que dieron vecinos a El Tres.
Al lado del pasillo donde fue el homicidio está el club Los Pumas, donde en la noche de este martes se disputaba un torneo de fútbol femenino. “Se escucharon los tiros cuando jugaban a la pelota. Se fue automáticamente toda la gente que estaba”, dijo un vecino al programa Cada Día.
El segundo asesinato tuvo lugar tres horas después, pero en Paraguay y Gaboto, donde Bruno David Barrios, de 18 años, recibió un tiro mortal en la cabeza. Según el Ministerio Público de la Acusación, gatillaron desde dos motos que llevaban dos ocupantes cada una.
De la escena del ataque a Barrios se secuestró el teléfono de la propia víctima para analizar si previamente había recibido amenazas.
Por último, Nicolás David Ynsaurralde, de 25 años, fue acribillado de más de 15 disparos en Ceibo al 1400, en barrio Las Flores. Según la mecánica bajo investigación, pasada la 1 de este miércoles, los sicarios iban en una moto y lo persiguieron desde la calle hasta el interior de un pasillo de tierra, donde lo ejecutaron.
Posterior al crimen de Ynsaurralde ingresó al hospital Provincial un hombre de 30 años con una herida de arma de fuego en la espalda. De acuerdo a su relato, se bajó a hacer un mandado a un almacén en la zona de Ceibo al 1400, escuchó tiros y sintió un ardor en el omóplato derecho. Se investiga si recibió una bala perdida en medio del último homicidio.