A más de una década de haber sido detenido, Leandro “Gordo” Vilches, de 37 años, sigue sumando causas penales en su prontuario. El hombre ligado a la banda Los Monos, que ya fue condenado a 11 años en la famosa megacausa y en al menos tres expedientes federales por tráfico de drogas ahora volvió a ser reimputado como referente de un grupo delictivo de barrio Empalme Graneros que fue desbaratado a mediados de este mes en una veintena de allanamientos.
En una segunda avanzada judicial contra la banda conocida como La Mafilia, Vilches fue imputado junto con su pareja Gisela Bocutti (en prisión domiciliaria y de profuso historial delictivo) y otras seis personas de conformar una asociación ilícita destinada a “organizar recursos tanto humanos como materiales con el fin de ampliar el dominio y poder territorial y la disposición de negocios ilícitos en distintos barrios de Rosario”.
En particular, el sello de Leandro Alberto Vilches aparece ahora detrás de una gavilla narco de la zona de Cullen y Sorrento, el sector más postergado de Empalme Graneros. Entre el 24 y el 29 de mayo, la fiscal Georgina Pairola desmenuzó las actividades y este grupo y expuso los roles de los imputados.
Uno de ellos, que cobró relevancia tras los sucesivos golpes al grupo, es Lucas Fernández, un joven analfabeto de 19 años que estaba a cargo de la venta de drogas en la zona de Cullen al 1400 bis y respondería a Juan Antonio “Codito” Trinidad Gómez, un hombre de Vilches ya detenido. Sus hermanas ya habían sido arrestadas, al igual que su pareja.
“Como toda «empresa» bien asentada en el mercado, sigue funcionando a pesar de quienes son las personas que la integran. Metemos presa a una célula y enseguida, por el tipo de organización y por lo aceitado del mecanismo, esos «puestos de trabajo» se cubren con otros «trabajadores»”, describió la lógica de recursos humanos “fungibles” una alta fuente judicial.
La bonaerense Norma Liliana López (35) y su pareja Maximiliano Giovannovi (21) “son encargados de la venta de estupefacientes en su domicilio ubicado en calle Sin Nombre comprendida entre Campbell, Martínez de Estrada y Barra y llevan la contabilidad de las ventas que se realizan”.
Tanto Jeremías López (19) como Kevin Tello (20) “realizan tareas de «soldaditos» en puntos de venta de drogas en apoyo de Lucas Fernández”.
María Dolores Trinidad Gómez (32), hermana de Codito, es la “encargada de administrar el «refugio» de José Ingenieros y Campbell que se encuentra abandonado y es utilizado para el comercio de estupefacientes”.
Vilches, cabecilla de la organización, también fue imputado por mandar a usurpar una vivienda ubicada en Juan B. Justo al 6900, en el barrio Larrea, el pasado 8 de septiembre. Según la acusación, el recluso envió a dos soldaditos armados que echaron al inquilino de la vivienda. Y luego mantuvo una videollamada con la dueña.
“Soy Vilches; dejame la casa que es mía. Todo lo que mandé a hacer fui yo y te voy a matar a tu hija si no te vas. Sé dónde vivís y que tenés otra casa, así que conformate con eso. Estoy en cana, tengo una banda de años encima, no salgo más y tengo una banda de títeres que se mueven a mis órdenes”, aseguran que dijo el otrora ladero de Ariel “Guille” Cantero, hoy considerado jefe de una célula “disidente” de los Monos, en una brutal síntesis de su modalidad delictiva.
Por esto, Vilches sumó causas por extorsión, amenazas y usurpación. Mientras que a su ex Bocutti le imputaron haber cobrado el arrendamiento de la vivienda usurpada como si fuera propia y haber recibido 80 mil pesos mensuales en la vivienda de la localidad de Pérez donde cumple prisión domiciliaria (delito de estelionato y usurpación en grado de partícipe primaria).
A la audiencia también llegaron Juan Román V. (20) y Cintia Romina F. (27) porque las fuerzas policiales secuestraron drogas en sus domicilios y estarían vinculados con otros miembros de la banda. Al joven le hallaron 300 gramos de marihuana durante los allanamientos, más precisamente el Garzón al 1600 bis. Por ello quedó preso por tenencia de estupefacientes para la comercialización. La mujer tenía unos 70 gramos de cocaína en un domicilio de Cullen al 1400 bis.
En julio de 2023 la fiscal Pairola imputó al grueso de esta banda y expuso que los sicarios regentados por Vilches estuvieron detrás de una guerra callejera contra los gatilleros de la facción de Los Monos gerenciada por Carlos “Toro” Escobar y Leandro “Pollo” Vinardi, los cabecillas de la barra brava de Newell's en nombre de Guille Cantero. Sus principales lugartenientes en la calle, se dijo, eran los gatilleros Alexis Oscar “Tato” Romero, Osmar Benítez, el mencionado Trinidad Gómez y un prófugo apodado Coco.
El aliado de Vilchez en la contienda, según indica una investigación paralela de otros fiscales, fue Pablo “Nico” Camino, otro díscolo de Los Monos. La saga tuvo hitos sangrientos como el asesinato frente al estadio Coloso Marcelo Bielsa del artista callejero Lorenzo “Jimi” Altamirano, en febrero de 2023, y atentados resonantes, como la balacera al súper “Único” de la familia Rocuzzo, entre otros ataques que casi siempre incluían mensajería para escrachar al bando contrario.