El equipo de nueve fiscales que imputa desde el lunes pasado a la presunta organización liderada por Cristian Nicolás "Pupito" Avalle –preso en Ezeiza y sindicado como una de las segundas línea de Los Monos–, reprodujo este miércoles escuchas telefónicas en las que el recluso demuestra tener intención de gestionar supuestos favores a candidatos de las pasadas elecciones provinciales a cambio de quedarse con trabajos que realizan las cooperativas en la ciudad de Villa Gobernador Gálvez y en la comuna de Alvear.
Los diálogos telefónicos expuestos son entre Avalle y su presunta mano derecha Jonatan “Jano” Fernández, acusado en las mismas audiencias como uno de los organizadores de la asociación ilícita. "Pupito" realizó todas las comunicaciones a través de celulares o del teléfono fijo del pabellón de Ezeiza, según explicaron los fiscales Valeria Haurigot, Franco Carbone, Patricio Saldutti, Adrián Spelta, Gisela Paolicelli, Alejandro Ferlazzo, Ademar Bianchini, Gastón Ávila y Viviana O’Connell.
Las primeras escuchas que ventilaron los funcionarios del Ministerio Público de la Acusación ocurrieron después de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias que tuvieron lugar el 16 de julio pasado en la provincia. Según los audios, Avalle le consulta a Fernández si podía gestionar un encuentro con algún postulante al cargo de jefe comunal de la localidad de Alvear. Allí, “Jano” le comenta que al precandidato que conocen “perdió” la interna, y evita dar nombres y espacios políticos.
A continuación, la desgrabación de un fragmento de una extensa charla:
Avalle: —Queremos plantar bandera. Hay un montón de cosas para hacer ahí
Fernández: —Sí, pero durmieron. Lo tenían que hacer de antemano y me avisaron sobre los días (previos). La onda era agarrar, como en las series, a los punteros, no al que se tira. El mambo era apretar a dos o tres punteros y que se baje (el candidato rival en la interna). Pero se durmieron, avisaron cuando ya estaba ahí
Avalle: —Y el que ganó tiene, como quien dice, a los punteros de los otros
Fernández: —Claro. Son tres sucios que ni pinchan ni cortan. No andan en el mambo
Avalle: —Claro, agarran monedita de la política y nada más. Bueno, vamos a las manos con quien haya quedado. El que apuntaban perdió
Después de esa charla, “Jano” entra en confusión, a juzgar por el audio, ya que habla de “presionar” al candidato que ganó en la interna para que se baje y le ceda su lugar al que acababa de perder. “Pupito” también ingresa en una laguna y le dice que habría que reunirse con ambos para darles apoyo, aunque con mayor ímpetu a quien sabe que puede resultar victorioso. Si bien el diálogo expone desconocimiento del sistema electoral, muestra la estrategia que pensaban llevar adelante en esa comuna.
Fernández: —Tengo que preguntar quién va más fuerte en la lista. Al que esté más débil le pedimos que se baje. Y al que está fuerte le decimos que nosotros lo vamos a bancar
Avalle: —Tenemos que ir a hablar con los dos
Fernández: —Al que esté más débil hay que sacarlo y listo
Avalle: —Hay que hablar con los dos. Al débil vamos a darle un apoyito. Y al otro lo apoyamos bien piola. Pero siempre y cuando no digamos que queremos plata. No queremos plata, cumpa. Decimos "No queremos tu plata, nada. Queremos simplemente que nos des los servicios que vos tenés ahí para cortar el pasto, cosas"
Fernández: —Las cooperativas
Avalle: —Claro, que nos den las cooperativas a nosotros. Si hay un sindicato ahí queremos estar adentro
Otra de las escuchas entre “Pupito” y “Jano” es en referencia al resultado de los comicios generales del pasado 10 de septiembre para el cargo de intendente de Villa Gobernador Gálvez, ciudad vecina a Rosario donde opera principalmente Avalle con su estructura, de acuerdo a los indicios brindados por los fiscales en las audiencias.
Avalle: —Allá ganó de vuelta el hijo de puta de (Alberto) Ricci. Qué sal, loco
Fernández: —Sí, mal. Tenía onda con el “boga” (sic). La mejor con él
Avalle: —¿Dónde estaba él?
Fernández: —Acá
Avalle: —Pero, ¿Con quién? ¿Qué onda?
Fernández: —Nah, terminó segundo él. Pasa que me dijeron tarde para darle una mano