En una noche de furia y descontrol, ladrones en moto intentaron robar de manera muy violenta en dos rapipagos de Villa Gobernador Gálvez. En uno de ellos amenazaron con dispararle al hijo de la dueña, de 4 años, y en otro quisieron romper una puerta de seguridad a mazazos. Pero en ambos casos se fueron con las manos vacías.
Los hechos se produjeron entre las 20 y las 20.30 del miércoles, en el barrio talleres de la localidad vecina a Rosario.
En uno de los locales los ladrones quedaron filmados por las cámaras de seguridad a su llegada. En la filmación se puede ver que llegan cuatro en dos motos. Solo dos ingresaron, con los cascos puestos.
El negocio, que es también agencia de loterías, sufrió 56 hechos, entre intentos y robos consumados en los últimos años, según relataron sus dueños a El Tres. Por eso, tiene fuertes medidas de seguridad, como vidrios, rejas y una puerta que no es blindada pero casi que separan a los empleados del público.
Pese a eso, los ladrones entraron, amenazaron con un arma al empleado que estaba atendiendo, al que acompañaban un primo y un amigo, e intentaron forzar el ingreso a la zona de la caja golpeando la reja y la puerta con una maza.
Nahuel, el empleado, trabaja hace 9 años en el local y estuvo en seis intentos de asalto. “Este fue el peor de todos, nunca había sido tan violento”, relató.
El joven explicó que como los ladrones los amenazaron con una arma se tiraron al piso y tocaron un timbre de aviso a la policía.
Eso hizo que luego de un tiempo que le pareció eterno, pero que había sido de más de 30 segundos, los delincuentes huyeran sin cumplir su cometido.
De un local a otro
No está claro si antes o después, los delincuentes fueron al local de Verónica, un salón de ventas y Rapipago que ya había cerrado. “Teníamos las persianas bajas pero una puertita abierta”, dijo.
Por allí entró uno de los delincuentes, siempre con el casco puesto, le apuntó con un arma y le exigió el dinero de la caja. Ella se tiró el piso y él le apuntó a su pequeño hijo de 4 años, y amenazó con matar al pequeño.
Entonces entró otro ladrón, empezaron a golpear el mostrador y la reja de protección, rompieron un vidrio del sector de perfumería, pero finalmente terminaron escapando, otra vez sin cometer el robo.
Verónica se sorprendió cuando descubrió luego de ese momento de terror se habían dejado un arma de fuego tirada en el piso.
A los tiros
En tanto, más temprano, cerca de las 19, un ladrón armado ingresó a una zapatería y simuló ser un cliente pero luego sacó un arma y se llevó dinero y pertenencias de las personas presentes.
En su huida otros comerciantes quisieron frenarlo, pero él escapó en una moto y a los tiros por la avenida Juan Domingo Perón, una de las principales de la ciudad, siempre muy transitada y concurrida.