El chofer de Uber que fue baleado el viernes pasado en Villa Gobernador Gálvez quedó parapléjico. Actualmente, sigue internado en el hospital de emergencias Clemente Álvarez. Este jueves, dos sospechosos fueron imputados por el fiscal Lisandro Artacho. Se trata de José David Fernández (19) y Verónica Analía Carrizo (44), quienes habrían participado en la tentativa de homicidio luego de haber recibido instrucciones de un recluso cuyo nombre no fue develado. Hubo un tercer aprehendido, que tiene 16 años, cuya situación procesal depende de la Justicia de Menores.
La audiencia se realizó ante el juez Pablo Pinto, que dejó en prisión preventiva efectiva por el plazo de ley a los dos acusados por presunta coautoría en la balacera, que fue perpetrada en Montevideo y Bélgica de Villa Gobernador Gálvez.
Según expuso Artacho, un joven había acordado ir a ver una camioneta a esa ciudad tras haber mantenido diálogo con una persona a la que conocía por compartir fiestas y partidos en la popular norte del Gigante de Arroyito.
Como tenía un conocido que era chofer de Uber, le propuso hacer el viaje desde la zona oeste de Rosario hasta el punto de encuentro, por fuera de la aplicación. Así las cosas, Maximiliano V. (28) accedió y trasladó a su allegado en su Clio. Una vez que llegaron a ese lugar, el pasajero bajó, pidió ver el rodado y los papeles, aunque ahí la situación se puso espesa.
Los ocupantes de un Chery Tiggo se bajaron a pocos metros del Clio, le dieron la documentación y mientras la miraba de espalda a ellos, parado al lado del chofer de Uber, los supuestos vendedores dispararon con tres pistolas.
El pasajero se echó a correr mientras que Maximiliano V., que esperaba en su Clio, sufrió heridas de arma de fuego en el abdomen y en el tórax que le ocasionaron una lesión medular irreversible, ya que perdió la movilidad total de sus extremidades, de acuerdo al relato del fiscal.
El joven que resultó ileso llegó a declarar que escuchó cómo algunos tiros le pasaban por al lado y cómo se le había trabado una pistola a uno de los gatilleros. Agregó que en la ruta logró subirse a un utilitario que pasaba por allí bajo el argumento de que huía de un robo.
Sobre el móvil de semejante ataque todavía no hay mucha claridad. No pasó desapercibido que el pasajero sea familiar de una persona que recientemente fue acusada de estar detrás de las intimidaciones a la familia de Ángel Di María y de extorsiones al presidente de Newell’s.
Según el rol que atribuyó el fiscal, José Fernández habría sido uno de los ocupantes del Tiggo, posiblemente, uno de los tiradores. Cayó minutos después en un operativo de la Policía de Acción Táctica, donde también fue aprehendido el adolescente de 16 años que está involucrado en la causa.
En el Tiggo, los agentes incautaron dos pistolas calibre 9 milímetros, un celular y un bidón que contenía combustible. Se presume que después del crimen, que resultó fallido, iban a prender fuego el rodado utilizado, que tenía pedido secuestro activo por robo y una patente de otro vehículo.
Por su parte, Verónica Carrizo habría sido el nexo entre el recluso que dio la orden de ejecutar el homicidio y uno de los ocupantes del vehículo que logró fugarse en la persecución de la Policía de Acción Táctica. Además, ella fue quien guardó el Tiggo en su casa para que luego sea usado en el ataque.