Seis personas fueron detenidas este martes en más de una decena de allanamientos hechos por la Justicia federal y provincial por el triple crimen ocurrido el pasado 29 de enero en Ibarlucea a la salida de un casamiento narco. Están sospechadas de conformar una organización dedicada al traslado de droga desde Bolivia y Paraguay hacia Salta y Santa Fe. Una de las personas arrestadas es Fabián Gustavo Pelozo, mencionado en investigaciones por lazos con Esteban Lindor Alvarado, presunto jefe narco de Rosario que actualmente está en juicio por asociación ilícita, un homicidio y lavado de activos.
La pesada banda narco que asoma en la investigación por el triple homicidio se debe a que, según la investigación, Maximiliano Giménez –una de las víctimas– habría perdido en el río Paraná un cargamento de 200 kilos de marihuana el 12 de octubre del año pasado.
Además de Fabián Gustavo Pelozo fueron detenidos por la Justicia federal Oscar Alberto Godoy e Ignacio Quiroga –éste último será trasladado a la Justicia federal de Salta–. Fueron aprehendidos en los operativos realizados en Rosario, Funes, Roldán, Álvarez e Ibarlucea por orden de fiscales provinciales, federales e intervenciones de juzgados federales de Rosario y Salta. También hubo allanamientos en la provincia de Córdoba, donde se secuestró una camioneta que habría sido uno de los vehículos utilizados para la distribución de la droga.
Pelozo, Godoy, Quiroga y Matías Rolón –un familiar de otro implicado en la investigación– quedaron a disposición de la Justicia federal. En tanto, otras dos personas quedaron detenidas por la Justicia provincial, ya que les encontraron en sus domicilios armas de fuego sin documentación que acredite su tenencia.
En los domicilios del Gran Rosario se secuestraron varios paquetes de marihuana, un millón de pesos, 101.425 dólares, 3.500 euros, guaraníes, reales, 44 celulares, dos armas de fuego, 10 vehículos –entre ellos, un auto que tenía varios impactos de bala hallado en Calle 4 al 2500, en Ibarlucea–.
Los procedimientos fueron coordinados por la Agencia de Criminalidad Organizada –los fiscales provinciales Luis Schiappa Pietra, Matías Edery, Gastón Ávila y José Luis Caterina–, el fiscal federal Javier Arzubi Calvo (Fiscalía Federal 1), la fiscal federal Adriana Saccone (Fiscalía federal 3), la Procunar, a cargo de Diego Iglesias; y fueron autorizados por el juez Carlos Vera Barros, a cargo del Juzgado Federal N° 3 de Rosario. Los realizó personal de Gendarmería Nacional, la división de Drogas de la Policía Federal de Rosario y colaboró la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
Pelozo es una de las personas mencionadas como proveedor de droga de Alvarado en Rosario. Quien hizo esa aseveración fue Carlos Argüelles, el mecánico imputado como miembro de la banda de Alvarado, que luego declaró como “arrepentido” y fue asesinado en septiembre del año pasado. Esa vinculación la mostró Argüelles en su cuaderno ante los fiscales provinciales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery.
La pesada banda y las avionetas narco
En el transcurso de la investigación que derivó en los procedimientos, los fiscales federales y provinciales establecieron la existencia de una banda narco transnacional, con alcance a Bolivia y Paraguay, cuya principal actividad está centrada en la provincia de Salta. No obstante, parte de las operaciones las llevaban adelante en Santa Fe, específicamente en Ibarlucea, como el "enfriado" de sustancias –término usado para hacer referencia al acopio previo a la distribución–.
La causa por los homicidios de Maximiliano Giménez, Érica Romero y la bebita de ambos llevó a trabajar también con el Juzgado Federal N° 1 de Salta. Es que la organización que asoma por el brutal ataque había quedado bajo la mira por un cargamento de 389 kilos de cocaína secuestrado el 24 de septiembre de 2020 en Ramallo y que había sido acopiada en Ibarlucea, de acuerdo a la causa que se tramitó en aquella provincia del norte argentino.
Según las medidas investigativas, un prófugo identificado como Jorge Adalid G., Fabián Pelozo e Ignacio Quintana se habrían encargado de la provisión y logística de esa droga que le fue secuestrada en septiembre de 2020 a Adelaida Castillo, una jefa narco oriunda de Salta conocida como “Doña” y que tiene lazos con el clan salteño Loza.
La organización, a criterio de la Justicia federal y provincial, era manejada por Jorge Adalid G. que permanece prófugo y está sospechado de dedicarse al transporte de cocaína de Bolivia y Paraguay hacia la Argentina. Por ese servicio de traslado vía avionetas cobraba una comisión en dólares (aproximadamente unos 300 mil dólares) y pedía un adelanto, salvo en casos donde conocía al comprador –como ocurrió con Adelaida Castillo– y encomendaba las tareas a un piloto de su confianza y parte de la droga era recogida en Paraguay.
Del teléfono de la jefa narco detenida en Ramallo en septiembre de 2020 se desprende que la banda solo hacía los viajes cuando colmaba la capacidad de carga de las avionetas, entre 380 y 400 kilos de cocaína.
Esos aviones provenientes de Bolivia y Paraguay, de acuerdo a los indicios investigativos, bajaban la carga en la zona de la localidad cordobesa de Monte Maíz y desde allí se distribuía a través de vehículos con destino a distintos compradores.
Según la Justicia, Jorge Adalid G. coordinaba con el resto de la estructura criminal la logística para el acopio, la entrega y el cobro del servicio. Ahí aparece Fabián Gustavo Pelozo, quien se ocupaba –de acuerdo a las medidas– de brindar el lugar donde la droga era retirada.
El jefe de esta organización delegaba en Pelozo –y éste tercerizaba operaciones en Ignacio Quintana– para coordinar el apoyo logístico con vehículos, el predio para el aterrizaje, el acopio y el conocimiento para tomar caminos alternativos para asegurar la recepción de los estupefacientes por parte de los compradores.
Recién en esta parte de la estructura aparece Maximiliano Giménez, alias “Maxi Rey”, una de las víctimas del triple crimen del 29 de enero pasado en Ibarlucea. Giménez era para la Justicia federal y provincial quien recibía droga junto a otros actores de Pelozo en Avenida del Rosario al 1500 (Ibarlucea). El estupefaciente era luego trasladado a distintos puntos de acopio y venta de droga de Rosario.
Cabe recordar que el fiscal provincial Gastón Ávila aseguró tras el triple crimen que las víctimas Maximiliano Giménez y Érica Romero se dedicaban a la distribución de droga a "mediana escala".
La pista de Esteban Alvarado
Jorge Adalid G., el presunto jefe de esta banda narco, está sospechado por la DEA de haber estado involucrado en 2006 en el envío de droga líquida desde Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) hacia Madrid (España). Además, en 2013 fue identificado como el proveedor de cocaína de Esteban Lindor Alvarado, según se desprende de la investigación.
Para ese año (2013), Jorge Adalid G. ya manejaba un laboratorio de cocaína en Bolivia junto a su primo apodado “Pochoclo”, de acuerdo a los datos aportados por la DEA.
Alvarado se encuentra procesado por la Justicia federal de Rosario por un cargamento de 493 kilos de marihuana secuestrados en Río Negro en 2017. Según la pesquisa, había una segunda ramificación de su estructura criminal, integrada por Ulises Fernando Carcani Papadacos y Guillermo Daniel Vega, quienes habrían estado abocados al lavado de activos de la banda y quienes recibirían órdenes de Jorge Adalid G.