El juicio por narcotráfico que se le sigue a Olga Beatriz “Tata” Medina, histórico nombre ligado al narcomenudeo en la zona norte, y a otras diez personas, entró en etapa de alegatos, donde este miércoles la acusación formuló los pedidos de pena. El fiscal Federico Reynares Solari solicitó 7 años de prisión para la jefa narco, que ya posee una condena anterior, y pidió la unificación en 11 años de condena como responsable del delito de tráfico de estupefacientes en la modalidad de comercio agravado por la intervención organizada de tres o más personas.
“Tata” Medina, su hermanastra Maira Noelia Bazque, Pedro “Pepe” Mario y Marcela Villalba y otras diez personas son juzgados desde el 27 de junio en un juicio por tráfico de drogas en la zona norte. En el debate no hay proveedores en el banquillo ni está en juego la responsabilidad de grandes incautaciones de droga. El juicio puso sobre el tapete "la falta de eficacia del sistema", dijo el fiscal Reynares Solari.
Entre los eslabones inferiores de la organización llegaron a juicio dos personas que ganaron notoriedad por otros motivos. Son Esteban Enrique “Pinky” Rocha y Brisa Milagros Leguizamón, los novios que celebraron una fiesta de casamiento a fines de enero de 2022 en Ibarlucea, gala que tuvo como cierre el brutal crimen de dos invitados y una bebé. Desde entonces, Rocha y Leguizamón se encuentran prófugos. Por ello, la fiscalía no llegó a solicitar los pedidos de condena.
La Tata Medina, de 55 años y ligada por los investigadores al narcomenudeo en los barrios Parque Casas y La Cerámica, ya fue condenada en junio de 2020 a cuatro años y medio de prisión por comercialización de drogas por un proceso derivado de allanamientos en 2014. Una década atrás, dos de sus hijos varones fueron asesinados. Y en febrero de 2020, Milton, otro de sus hijos, fue condenado a perpetua por tres homicidios poco después de haber sobrevivido un intento de homicidio.
Varios de los domicilios apuntados como puntos de venta señalados se repiten en este nuevo debate. Algunos inmuebles que fungían como puntos de venta, según la investigación, fueron Unión 1448; Washington 1213; Blas Parera 1199; Castagnino 1900; Blas Parera 1422. Puntos geográficos marcados por la violencia territorial y la muerte por balaceras en la década pasada en la zona norte.
En el alegato, el fiscal pidió el decomiso de esas viviendas que oficiaron como boca de expendio de estupefacientes.
También, pidió que sean decomisados los automotores Renault Clio, Ford Eco Sport, Chevrolet Celta, Citroen C4, y los motovehículos Honda XR 250 Tornado y Honda CBX250 que se encuentran alojados en dependencias de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Además de una moto Guerrero Top G110 y otra Suzuki SJ 110 que se encuentran alojadas en dependencias de la Policía Federal Argentina.
Los pedidos de pena
Para “Pepe” Villalba pidieron 10 años de prisión y la unificación en 12 por otra sentencia anterior al juicio. Es por el delito de tráfico y tenencia con fines de comercialización agravados.
Otra década de cárcel solicitaron para la hermanastra de la Tata, Maira Noelia Bazque.
Para Marcela Villalba, el fiscal Reynares Solari pidió 6 años por tráfico de estupefacientes en la modalidad de comercio agravado por la intervención organizada de tres o más personas,
En tanto, las penas solicitadas para los eslabones más bajos de la organización, José Ariel Benítez, Micaela Ayelén Ferrone, Sebastián Ariel Dantur, Lautaro Rubén Orellano, Ludmila Evelyn García y Alicia Susana Soria oscilan entre los 3 y los 5 años, por considerarlos partícipes secundarios de las maniobras de narcomenudeo.
La investigación de tres años se nutrió de escuchas y las llamadas tareas de campo, como vigilancia y seguimiento. El 26 de abril de 2019, 24 horas antes de las elecciones primarias, personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y otras fuerzas en un operativo promocionado por la entonces ministra de Seguridad de la nación Patricia Bullrich, allanaron con exiguos resultados: menos de 200 gramos incautados entre envoltorios de cocaína y marihuana.