En la tarde de este martes terminó la audiencia donde fueron imputadas ocho personas, entre ellas, Cristian Nicolás “Pupito” Avalle, un preso de Los Monos que fue acusado por encargar desde el penal federal de Ezeiza dos crímenes, extorsiones y la primera balacera contra Televisión Litoral. El juez Héctor Núñez Cartelle dejó en prisión preventiva al recluso federal y a otros cinco acusados, mientras dictó la libertad de dos sospechosos bajo reglas de conducta.
La resolución de Núñez Cartelle tuvo lugar pasadas las 15 en el Centro de Justicia Penal. Dictó la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley para Avalle, Elvio Emanuel Olguín, Maximiliano Ángel Benítez, Juan José “Salteño” Villazón, Milagros Ayelén Álvarez. En tanto, Matías Antonio Balbuena recibió el arresto preventivo efectivo por seis meses. Los que quedaron en libertad fueron Valeria Isabel Arduvino y Alan Joel Cayetano Gómez.
Fueron cinco los fiscales que llevaron a cabo la investigación, lo que da cuenta del volúmen de delitos perpetrados por los imputados. Tres de ellos son de la unidad de Balaceras (Valeria Haurigot, Federico Rébola y Franco Carbone) y dos de Homicidios Dolosos (Patricio Saldutti y Alejandro Ferlazzo).
A Avalle le atribuyeron haber instigado los crímenes de Miguel Ángel Roulin (46 años) y Ricardo Américo Carrizo (60), la primera de las balaceras contra Televisión Litoral ocurrida el 12 de diciembre pasado y extorsiones a comerciantes de Villa Gobernador Gálvez.
Entre las víctimas de las intimidaciones se encuentra Hernán Guiral, el dueño del local Estación Sinfonía, cuyo hijo –Fabricio, de 21 años– fue asesinado a tiros en el contexto de las extorsiones.
De los teléfonos que usaba “Pupito” en el módulo 6 del pabellón B de la cárcel federal de Ezeiza se desprenden una gran cantidad de conversaciones con sus presuntos sicarios, a quienes ordenó los ataques y las filmaciones de los mismos para ver cómo concretaron el “trabajo” solicitado.
En orden cronológico, Avalle ordenó balear un domicilio de Dinamarca al 500, de la zona sur de Rosario, perteneciente a la banda “Los Gorditos”, liderado por Brandon Bay. Dicha balacera fue cometida el 3 de diciembre pasado por Maximiliano Ángel Benítez, el presunto “jefe de sicarios” de Pupito, quien además filmó los disparos realizados. Benítez es también quien quedó filmado prendiendo fuego el frente de la sede del Sindicato de Empleados de Comercio.
Ese mismo 3 de diciembre, Benítez y otro gatillero fueron hasta Los Ángeles al 3600, en barrio Puente Gallego, y acribillaron a Miguel Ángel Roulin. Mientras su compañero gatilla a la víctima, en plena grabación, Benítez dice: “Chau, ahí quedó”.
El 12 de diciembre, según las evidencias mostradas ante el juez Héctor Núñez Cartelle, Avalle dialogó con Juan José Villazón, integrante de la banda “Los salteños” del asentamiento Los Pumitas de barrio Empalme Graneros, para que ataque a tiros el frente del predio de Televisión Litoral.
"Hay que darle un buen metrazo", le ordenó el preso en Ezeiza al miembro del clan Villazón.
"¿Querés ir a explotar ahora en Canal 3? Explotá ahora. Ahí, como yo te dije, pero le damos bien piola. Le dejamos un cartel bien piola. Escuchá, ponele así (al cartel): Esteban Alvarado, Morocho Mansilla, Alan y Lamparita Funes dejen de trabajar con los fiscales y la AIC porque vamos a matar un policía todos los días. Con la mafia no se jode", ordenó Avalle.
Dos días después, Villazón fue detenido en el Volkswagen Up azul tras una persecución policial que culminó en Pellegrini y Provincias Unidas. En un primer momento, lo acusaron por encubrimiento –por desplazarse en el auto usado para el atentado–, pero las escuchas telefónicas lo ubicaron en la planificación del hecho.