Horror en el extremo oeste de Rosario. Este viernes por la mañana, encontraron los cuerpos sin vida de dos jóvenes de 18 y 22 años, tirados en el suelo en un camino rural en las inmediaciones de Uriburu y Las Palmeras. Los cadáveres tenían varios disparos en la cabeza a corta distancia, según afirmó el fiscal del caso. En la escena se encontró un papel con la frase "Con la mafia no se jode". Un hombre que vive en una casa de la zona dijo que escuchó disparos "a eso de las once de la noche".
Los cuerpos fueron hallados a las 7 de la mañana en la zona del parque industrial de Pérez, en un camino de tierra a 100 metros de las vías, frente a la empresa Clean City. Los cadáveres estaban junto a un automóvil Volkswagen Suran de color gris, que tenía las puertas abiertas.
Los jóvenes asesinados fueron identificados como Brian Molina, de 22 años, y Dylan Joaquín Valenti, de 18. El fiscal Alejandro Ferlazzo de Homicidios Dolosos confirmó que uno tenía dos disparos en el cráneo y el otro tres. "Fueron todos a corta distancia", señaló para sugerir prácticamente una ejecución.
El fiscal agregó que en el lugar donde estaban los cadáveres se halló un papel que tenía la frase "Con la mafia no se jode", que fue encontrado en varios atentados contra el Poder Judicial e incluso en la escena del crimen de un prestamista.
La policía juntó vainas servidas en el lugar, un dato que confirma que los dos jóvenes fueron asesinados en el lugar. En forma desgarradora, el padre de una de las víctimas, que lo identificó como Brian Molina, confió que su hijo tenía 22 años y que trabajaba como pintor en obras junto a él. Y aseguró que lo último que supo del joven fue que estuvo en la casa de su tía "a las 9 y 20 de la noche". Luego intentó comunicarse con su hijo, pero no lo logró. Y finalmente el teléfono fue apagado.
Un hombre que vive en la zona y que cuida animales en una casa a unos 70 metros de donde fueron encontrados los cuerpos, aseguró que escuchó los disparos "a eso de las 11 de la noche". También contó que se asomó y que vio "a ese auto con las puertas abiertas, pero pensé que era alguien que se había quedado porque se le había roto" el vehículo.
Cuando le preguntaron al hombre por qué no llamó a la policía, dio un dato estremecedor: "No llamo a la policía porque acá se escuchan tiros todas las noches, esto es una boca de lobo".
En la escena del doble crimen trabajó el fiscal Ferlazzo, el gabinete criminalístico de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y personal del Comando Radioeléctrico de Pérez.
