Los afectos de Virginia Ferreyra y de su madre Claudia Deldebbio, víctimas el 23 de julio de 2022 de un ataque a tiros en Maestros Santafesinos e Ísola las recordaron en un sentido acto, y reclamaron avances en la causa judicial que según allegados, está pronta al juicio.
Con pintadas de dos estrellas en la plaza Rodolfo Walsh, exhibieron fotos de la bailarina y de su madre, carteles y velas; los familiares se congregaron al atardecer, mismo horario en que sucedió la fatal balacera.
La parada de colectivos en la que ambas fueron sorprendidas a balazos este martes tenía una serie de velas prendidas a un costado.
Gustavo, el novio de la joven bailarina, reconoció en el programa Telenoche Rosario (El Tres) que “fueron dos años difíciles, de mucho apoyo, y el papá de Virginia, quien perdió a las personas de las más preciadas de su vida, sigue fuerte y cauteloso”.
Entre sus amigos, una joven aseveró: “Virginia nos dejó sus ganas, siempre tenía proyectos que hacía para los demás. Tenemos la obligación de seguir con su reclamo”.
Según allegados a la familia, el fiscal Patricio Saldutti se encuentra presentando pruebas para avanzar con el juicio en el marco de la causa.
La causa judicial tiene cuatro acusados: el jefe narco René Ungaro y el recluso de Coronda Nicolás “Cara de burro” Martínez, sindicados como presuntos instigadores, y Fernando Cortez y su hijo Lautaro, señalados como partícipes en el ataque a tiros.
Según la atribución hecha por Saldutti, Ungaro pidió desde el penal federal de Ezeiza –donde estaba alojado en julio de 2022– a Nicolás Martínez –presunto tiratiros de la banda de Ungaro que está preso en Coronda desde 2021– que organice un ataque a tiros en el complejo Fonavi del barrio Parque del Mercado. Y agregó que para llevar a cabo dicho plan criminal, el capo narco ofreció 30 mil pesos por cada persona que falleciera en esa balacera.
El funcionario del Ministerio Público de la Acusación añadió que Martínez luego se comunicó con Fernando Cortez, su hijo Lautaro y otras tres personas aún no identificadas para poner ejecutar el ataque a tiros.
Después de la orden del jefe narco, el 23 de julio de 2022 a las 19 pasó un Peugeot 308 negro que era manejado por Fernando Cortez y que tenía a otros tres ocupantes –entre ellos, a su hijo Lautaro–, quienes abrieron fuego a discreción. En ese momento, Claudia Deldebbio, que había ido a acompañar a su hija Virginia Ferreyra hasta la parada de colectivo, justamente por temor a que sea víctima de un hecho de inseguridad, murió en el acto por múltiples impactos de bala. En tanto, Virginia fue trasladada malherida hasta el Heca, donde falleció luego de haber estado internada dos meses.
En la balacera también hubo una tercera víctima. Fue un adolescente que estaba tomando una gaseosa con sus amigos en un banco de cemento y sufrió una herida de arma de fuego en una pierna.