Desde este jueves por la mañana, los fiscales Adrián Spelta y Patricio Saldutti llevan adelante una extensa acusación a diez personas por conformar una asociación ilícita dedicada a un abanico de delitos con sede en los barrios Empalme Graneros, Ludueña e Industrial. Entre los imputados, sobresale el nombre del cabecilla Francisco “Fran” Riquelme, perfilado como una especie de representante de los intereses del capo narco Esteban Alvarado en la zona noroeste.
Riquelme fue detenido el 3 de abril de 2020 en su casa de Felipe More al 600 bis, un punto donde concluyen los límites de esos tres barrios bajo fuego. Por esos días, se lo mencionaba como el “Pablo Escobar de Empalme” y fue acusado como uno de los autores de la tentativa de homicidio de Mariana Ortigala, que recibió cuatro tiros marzo de 2020 y se convirtió en una de las testigos con más exposición en el juicio a Alvarado, que en junio fue condenado a prisión perpetua.
Riquelme se encuentra detenido en la cárcel de Piñero, en un pabellón donde esta semana una requisa arrojó el secuestro de 40 celulares.
El encierro le deparó más notoriedad, al calor de los cada vez más recurrentes balaceras con heridos y muertos –y hasta cartelería y escraches en redes sociales y la calle– entre “Los Riquelme” y sus archienemigos aliados al clan Cantero: los ya acusados y presos Mauro Gerez, Andres “Andy” Benítez, Julián Aguirre y Jonatan “Peco” Almada y el asesinado Cristian “Larva” Fernández, por nombrar a los más conocidos. Casi 30 integrantes de esta organización antagónica a Riquelme fueron imputados por el fiscal Pablo Socca en agosto.
En Empalme, Larrea, Ludueña e Industrial sólo en 2022 se contaron 45 homicidios producto de estas rencillas entre franquicias de las grandes marcas del delito rosarino.
Al desmenuzar la estructura de la banda, los fiscales mostraron evidencia para sostener que al menos desde marzo 2021 hasta estos días, los Riquelme cometieron delitos contra la vida, las personas, la propiedad y la admnistración y salud pública.
La organización criminal, fruto de su vínculo con Alvarado, actuó sin oponentes hasta julio de 2021, cuando irrumpió la organización criminal integrada por Gerez y vinculada con Los Monos, comandada por la familia Cantero.
“A partir de ese momento comienza una férrea disputa entre ambas bandas por el control y dominio del territorio, donde cada una de ellas procuraba excluir a la banda antagónica”, detallaron Saldutti y Spelta.
En ese marco, los representantes del Ministerio Público de la Acusación (MPA) detallaron los roles de los acusados, algunos de ellos detenidos el pasado viernes en un megaoperativo de varias fuerzas policiales.
“Fran” Riquelme es el jefe que imparte órdenes –incluso desde la prisión luego de su detención– y a quien los demás miembros consultan por la marcha de la organización criminal. El control operativo fuera de la cárcel estuvo, hasta abril pasado, a cargo de Joel Ariel Bulnette, quien fue muerto a tiros en Felipe Moré y French, enclave de referencia del grupo.
Lemuel Abraham Sciaretta (30), detenido el 30 de julio en French y San Gerónimo armado y con una moto robada, tenía un rol importante como “encargado del control, custodia y rendición de cuentas del domicilio destinado a la comercialización de material estupefaciente”. Y también era el armero del grupo para que otros integrantes cometieran ataques, cuando no los encabezaba el mismo, acusaron los fiscales.
Daniel Martin “Gatito” Miranda (22) fue detenido el 7 de julio en un albergue de Pichincha y está imputado como uno de los verdugos de Larva Fernández y por matar a otro joven, Brian Nicolás “Chichito” Ortigoza. También está encargado del control, custodia y rendición de cuentas del búnker de drogas, sostuvo la acusación.
Daiana Elizabeth Boassi es la pareja de Fran Riquelme. Fue detenida en la redada del viernes, en Puerto Gaboto. “Controla el curso de la empresa delictiva y dirige a los estratos inferiores de la banda. A su vez ha cometido delitos contra la libertad de las personas y la administración pública”, aseguraron sobre el rol de esta mujer, que además sumó imputaciones por amenazas y encubrimiento.
Sobre Lisandro Joel “Parce” o “Sica” Orellana, detenido en Renan al 100 el 25 de julio, dijeron que es uno de los sicarios de la organización. Está imputado por cometer un tiroteo en una canchita de fútbol de José Ingenieros al 6400 el 13 de febrero, cuando fueron heridos tres jóvenes.
Alexander Ricardo “Chuky” Manchado (21) es, para los fiscales, otro soldadito de Riquelme. Fue detenido el viernes en Puerto Gaboto.
Otro con rol similar en César Matías Acosta, también arrestado en los allanamientos del viernes, en De la Salle al 5800: “Dispone armas y vehículos para ejecutar los hechos ilícitos y toma participación en la planificación de ataques armados”.
Héctor Daniel Agüero (19) fue detenido por el Comando Radioeléctrico en abril en la sede de operaciones de la banda, Felipe Moré y French, junto con el adolescente apodado “Tortuga”. Lo perfilaron como tiratiros.
Alejandro Daniel García es otro de los soldaditos, dijeron los fiscales.
Mientras que Osvaldo Hernán “Pela” García (45) oficia como una suerte de gestor de armas.
En la audiencia, también se prevén imputaciones por los homicidios de Natalia Andrea Longhi, de 27 años, el 6 de enero en Pasaje Franco al 2000; el de “Larva” Fernández, de 28 y asesinado el 14 de abril en Gorriti y Campbell, y el de Miguel Alejandro Ramírez, de 31 y ultimado el 20 de junio en De La Salle y Solís.