El fiscal Franco Carbone habló este jueves sobre la causa de los tres policías –Marcos Molina, Damián Ruiz y Lisandro Vera– que fueron imputados por haberle “plantado” a un joven allegado al clan narco Tripi tres armas que habían sido utilizadas en atentados contra el gobierno provincial. Si bien destacó que lograron imputar a los agentes –a quienes consideró "narcos con uniforme azul"–, reconoció que hubo filtraciones durante la investigación.
“Tristemente nos estaban esperando. Uno de los policías se presentó el sábado a la tarde en Asuntos Internos diciendo que se había enterado de que esa noche lo iban a detener y allanar”, explicó Carbone en diálogo con Radiópolis (Radio 2).
Pero la situación no quedó ahí, ya que, el fiscal reconoció que una vez detenidos, se siguió filtrando información. “Ayer (por este miércoles) cuando hicimos allanamientos (contra la banda liderada por Mauricio Ayala, la que en teoría buscó favorecer el grupo de policías acusados) había indicios de que estaba filtrando”, lamentó. La alusión fue clara, puesto que el sospechoso no fue encontrado.
Pese a eso, destacó el trabajo coordinado entre el Ministerio Público de la Acusación (MPA), la división de Asuntos Internos de la Policía y la Tropa de Operaciones Especiales (TOE). “No hubiésemos podido haber ahondado en esta trama de corrupción de estos narcos con uniforme azul”, señaló el funcionario judicial.
Consultado sobre el motivo por el que se desató esta disputa entre estas dos bandas, Carbone remarcó que “hay mucho dinero en juego en la calle dando vueltas por las disputas territoriales”. “En Parque Oeste, los puntos de venta al menudeo dejan mucho dinero”, sostuvo.
"No va a ser la primera vez que haya irregularidades o procedimientos policiales truchos donde se perjudique a personas. Es muy difícil ir contra las mafias enquistadas en distintos cuerpos institucionales, en este caso la Policía”, concluyó.