El juez Gonzalo Fernández Bussy dejó detenido por el plazo preventivo máximo a José Adrián Roda (40) como presunto responsable del femicidio de Adriana Luna, una mujer de 57 años que fue apuñalada en su vivienda de Víctor Mercante al 500, frente al Shopping El Portal, en la zona norte de Rosario, el 15 de mayo pasado.

En la audiencia de este viernes, se conoció que el imputado mantenía con Luna una relación sentimental inestable desde hacía un año y medio, ya que pasaba sus días entre la “situación de calle” y la casa de la víctima. Y que antes de escaparse de Rosario vendió un televisor y una heladera que eran de la víctima.

El martes pasado –trece días después del crimen–, Roda fue identificado en su Santa Fe natal en medio de un procedimiento policial ordinario donde le saltó el pedido de captura por el crimen de Adriana Luna. 

Según trascendió, cuando lo requisaron, descubrieron que llevaba un manuscrito donde “pedía perdón” por haber matado a la mujer. Por eso el fiscal Patricio Saldutti solicitó un peritaje caligráfico para incorporar al legajo penal. El imputado consintió, al igual que a una extracción de sangre.

Este viernes Roda dijo ser de profesión albañil, tener la escuela primaria incompleta y estar en situación de calle. Aún está pendiente el dictamen sobre su salud mental, a cargo de una junta psiquiátrica forense.

La acusación señala que en el transcurso del 15 de mayo, Roda se encontraba dentro del domicilio de Víctor Mercante al 500 propiedad de Luna, con quien mantenía una relación de pareja desde aproximadamente un año y medio; allí apuñaló a la mujer valiéndose de un arma blanca con la cual le ocasionó múltiples heridas cortantes y contusas que le causaron la muerte. 

Ya en el mediodía Roda se presentó en una compraventa de Sabín al 1400 bis donde ofreció para la venta una heladera y un televisor, que le pertenecían a la víctima, como si los mismos fueran de su propiedad. 

Luego, señala la imputación, escapó a la capital provincial. Recién el 18 de mayo una amiga de Luna fue a visitarla a su domicilio –porque no le respondía los mensajes y las llamadas– y la encontró sin vida en su habitación.

Ese día se complicó la situación de Luis Palma, un hombre de 68 años que le alquilaba una habitación a Luna en el mismo pasillo. La semana pasada el fiscal Saldutti lo acusó de haber tenido conocimiento del crimen y de no haber avisado a la Policía, y de haber limpiado la escena. Desde entonces se encuentra detenido por encubrimiento agravado.