Juan Emanuel S. fue detenido en abril de 2018 por el femicidio de su pareja, Jésica Olivera, quien murió desangrada como consecuencia de una de las dieciocho puñaladas que el hombre le propinó. La fecha del juicio estaba fijada para el 16 de abril último, pero a causa de la pandemia, se postergó. En ese marco, su defensa, solicitó la prórroga de la prisión preventiva –que le fue concedida– y luego presentó un pedido de morigeración de las condiciones de detención, para pasar a la modalidad domiciliaria.
Juan Emanuel S. no integra grupo de riesgo. En su pedido, el femicida no esgrime razones humanitarias o de salud. Invoca que los plazos procesales están cumplidos, por haber transcurrido los dos años desde el inicio de la causa y de su detención.
La noticia conmocionó no sólo a la familia, quien se siente impotente ante la postergación del juicio, a causa de la pandemia, sino también a los testigos de la causa que viven muy cerca del domicilio del femicida.
Desde la organización Ampliando Derechos, que acompañó desde el comienzo a la familia de la víctima, expresaron su preocupación por varias razones.
“En primer lugar –explicó Nora Giacometto, titular de la ONG– porque el hecho de que el femicida esté en su domicilio, a escasos metros de donde viven varios de los testigos de Jésica, puede llegar a entorpecer el desarrollo de la causa. No hay que olvidar que algunos de ellos fueron amenazados por Juan Emanuel S. desde la prisión, donde se comunicaba a través de su celular”.
“Además –señaló la dirigente– en caso de aprobarse la morigeración en este contexto, se dejaría sentado un peligroso precedente para otros casos similares. Hay que tener en cuenta que la carátula de la causa es “Femicidio doloso agravado por el vínculo”.
“Por último –agregó Giacometto– la postergación del inicio del juicio, obedece a disposiciones de Estado, a causa del coronavirus, y no hay razón por la que el detenido –que goza de buena salud y no integra grupo de riesgo alguno– deba ser trasladado a su domicilio.
El femicidio de Jésica
Juan Emanuel S. fue detenido en abril de 2018 por el femicidio de su pareja, Jésica Olivera, quien murió desangrada como consecuencia de una de las dieciocho puñaladas (según el resultado final de la autopsia) que el hombre le propinó a la salida de una fiesta, en el barrio 7 de Septiembre.
Pero no era la primera vez que el hombre agredía a la joven. La familia de Jésica aseguró a los investigadores que más de una vez la joven terminó hospitalizada por los golpes de su concubino.
El 17 de abril de 2018, Juan Emanuel S., de 22 años, fue sometido a una audiencia en la que quedó imputado de homicidio calificado por el vínculo y en contexto de violencia de género, delito que prevé la pena de prisión perpetua. A pedido de la fiscalía, quedó con prisión preventiva sin plazo.
La noche del sábado 14 de abril de 2018, Jésica y Juan Emanuel habían ido juntos al cumpleaños de 15 de la hermana de él. Con ellos estaba la hija de ambos, que tenía un año y medio. Se retiraron juntos del festejo cerca de las 5 de la madrugada del domingo en medio de una discusión.
Según relataron a los investigadores varios testigos, al llegar a Sánchez de Loria y Schweitzer él la tomó del cabello y la golpeó mientras le gritaba: "No podés hacerme esto a mí, ¿cuántas veces lo hablamos?". Luego sacó de su cintura una cuchilla y la apuñaló al menos cinco veces. El último puntazo fue mortal: le seccionó la arteria femoral a la altura del muslo. Jésica murió desangrada antes de que llegara la ambulancia.
Junto a ella estaba un policía de la subcomisaría 21ª que se acercó al lugar tras recibir un alerta. Allí esposó al agresor y se abocó a asistir a la víctima.
Otros testigos dicen que después de herir de muerte a Jésica, Juan Emanuel se abrazó a ella y le preguntaba "¿qué te hicieron?", mientras se respondía a sí mismo: "Yo no fui. Yo no fui".
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