Luego de que se confirmara que el joven que chocó y mató a otro automovilista en marzo pasado en la zona sur de Rosario seguirá preso, se conocieron nuevas pruebas que comprometen aún más su situación procesal. Una pericia accidentológica reveló que iba a altísima velocidad por avenida San Martín antes del siniestro a la altura de Garibaldi.

Según adelantó en Telenoche (El Tres) el periodista Hernán Funes, los nuevos datos que maneja la Fiscalía sobre un informe preliminar de los análisis, revelan que Gastón Dlugovitzky, de 21 años, circulaba entre 128 y 155 kilómetros por hora en su Ford Focus. Se calculó tras establecer que, antes de atropellar a un utilitario, recorrió 126 metros en apenas 3 segundos.

Otro dato revelador es que el motor del coche del joven se corrió hacia atrás 16 centímetros dentro de la caja frontal del vehículo, cuando se trata de una pieza que por lo general no presenta desplazamiento en un siniestro.

Por otra parte, los investigadores cuentan con audios que corresponden a Dlugovitzky que si bien no son del momento del hecho, ponen en relieve lo habitual de sus conductas al volante. “Voy a dos gambas y no freno en las esquinas”, se lo escucha jactarse en una grabación que presentó este miércoles la fiscal Valeria Piazza Iglesias.

Otro de los motivos que el Ministerio Público de la Acusación exhibió como fundamentales para negarse a una libertad bajo fianza o a pedido de prisión domiciliaria por parte de la defensa es que varios testigos presenciales del siniestro son vecinos del victimario y hay riesgo de que esa cercanía entorpezca la investigación.

Durante una audiencia desarrollada en el Centro de Justicia Penal se definió que Gastón Dlugovitzky siga preso. El joven está imputado por el delito de homicidio simple con dolo eventual en calidad de autor.

El pasado 6 de marzo colisionó a alta velocidad en San Martín y Garibaldi contra la Renault Kangoo en la que se desplazaba Fabián Cragnolino, quien falleció por la gravedad de las heridas.

Desde Fiscalía informaron que la audiencia fue solicitada por parte de la defensa para solicitar la libertad del imputado o alternativas para que no siga tras las rejas. Entre las propuestas, se sugirió la libertad con una caución de una vivienda; una fianza de 50 mil pesos; o el cambio de prisión preventiva efectiva a domiciliaria, con uso de tobillera electrónica.

La Fiscalía, en tanto, se opuso a los planteos de la defensa. El juez penal de primera instancia Ismael Manfrin dictó la prórroga de prisión preventiva por el plazo de ley.