El crimen del policía Leoncio Bermúdez, en el hospital Provincial de Rosario, puso de relieve las condiciones en las que trabaja no sólo el personal de salud, sino también el de seguridad, en los efectores públicos de la ciudad. Pero el hecho no es nuevo, ya que registra un antecedente en julio del año 2001 en el hospital Carrasco. En esa ocasión, resultó asesinado un joven agente de 23 años que llevaba apenas siete meses en la fuerza policial. Ya entonces, sus colegas policías reclamaban al ministro de Gobierno de la provincia por la situación crítica a la que estaban expuestos quienes debían custodiar a los presos internados que convivían con el resto de los pacientes. La crónica periodística del móvil de De 12 a 14 (El Tres) da cuenta de lo sucedido, 22 años atrás.
El hecho ocurrió el 7 de julio de 2001, cuando tres jóvenes (dos hombres y una mujer) entraron al hospital Carrasco (Bv. Avellaneda y Zeballos) y entraron a la habitación en la que estaba internado Juan Gómez, un hombre de 27 años que padecía tuberculosis y sida, al cuidado de su hermana.
Para lograr su objetivo, tomaron por sorpresa al agente Alexis Salguero, de 23 años, quien llevaba siete meses en la fuerza policial, luego de egresar de la escuela de cadetes. Él era quien custodiaba al detenido Juan Gómez, sentado en una silla del corredor.
Los atacantes gatillaron a quemarropa en la nuca de Salguero y le sacaron las llaves de las esposas de Gómez. Entraron a la habitación, lo liberaron y se fugaron por el patio trasero que daba a calle Río de Janeiro, tras romper una puerta vidriada.
El ruido generado llamó la atención de un enfermero que alcanzó a verlos mientras huían. Una mujer policía los persiguió y les disparó, pero no logró evitar que escaparan.
Dos horas más tarde, Gómez era recapturado por el Comando Radioeléctrico en la casa de un familiar, junto a su hermana. Con el tiempo, fueron identificados los homicidas. Según la investigación, Carlos Capansi fue quien disparó a Salguero con una pistola de 9 milímetros que días antes le había robado a dos hombres en una pelea callejera. El otro atacante fue Alfredo Taboada, quien portaba una escopeta, que abandonó en su huida y nunca pudo ser encontrado. La joven que entró con ellos dos fue identificada como Vanesa Yanina Ramos, de 22 años.
Dos años más tarde, la Justicia condenó a prisión perpetua a Capansi, y a Ramos y a Mariela Gómez, con penas de 22 años.
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