En menos de una semana,  la escuela San Pablo perdió casi todo. El sistema de alarmas no sirvió si quiera para alertarlos porque los ladrones planearon todo al dedillo: primero cortaron los cables y después comenzaron a “trabajar”. Se llevaron reflectores y los electrodomésticos industriales de la cocina en la que solían dar clases y preparar alimentos para comedores.

En contacto con el programa De 12 a 14 (El Tres), Javier López, uno de los hermanos que trabaja en la escuela de Provincias Unidas al 2000, contó que el primer robo fue el lunes y el último, posiblemente esta madrugada.

En la primera “visita”, los ladrones cortaron los cables de la alarma y se robaron la cocina, el horno y la freidora industriales. También, productos de cocina. Hasta la ropa que estaban clasificando para donar.

López cree que el robo estuvo planificado y requirió de logística y tiempo ya que cada electrodoméstico es grande y pesado.

Y la segunda vez, se llevaron los reflectores led y la bomba de agua. Los delincuentes llevaron incluso una escalera que dejaron en el lugar.