La Justicia dio por finalizada las excavaciones que encabezó el Equipo Argentino de Antropología Forense (Eaaf) en el marco de la búsqueda de los restos de Paula Perassi, quien fuera vista con vida por última vez en 2011. Los trabajos arrojaron resultado negativo, indicó este miércoles el Ministerio Público de la Acusación (MPA).
El paradero de Paula Perassi es una incógnita a doce años de su desaparición y dos juicios orales y públicos en el que se dictaron condenas. El mes pasado, una pista encendió una nueva búsqueda en un sector del cementerio de San Lorenzo.
El predio se mantuvo custodiado por personal de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE). La única opción que tenían los investigadores era cavar para confirmar o descartar el dato, como ya ocurrió varias veces en distintos lugares. Otra vez los, resultados fueron negativos.
Paula tenía 34 años y estaba embarazada cuando desapareció de San Lorenzo. La última vez que fue vista fue el 18 de septiembre de 2011. Ese día, la mujer, quien tiene dos hijos, se fue de su vivienda en la vecina localidad y nunca más regresó. Desde entonces, sus padres Alberto y Alicia la buscan sin descanso, convirtiéndose en símbolo de lucha y Justicia.
Por la desaparición y muerte de Perassi hubo un juicio de primera instancia que terminó en mayo de 2019 con la absolución de Gabriel Strumia –pareja informal de Paula–, su esposa Roxana Michl, Mirta Rusñisky –presunta autora de la interrupción del embarazo de Perassi–, Antonio Díaz –empleado de Strumia–, y los policías Daniel Puyol (ex jefe de Cuerpos de San Lorenzo), Jorge Krenz, Gabriel Godoy, María José Galtelli y Aldo Gómez.
En segunda instancia, la Cámara de Apelaciones condenó a 17 años y 6 meses de prisión a Gabriel Strumia. En tanto, a su esposa Michl le dio 6 años y 6 meses. Como la mujer ya transcurrió dos tercios de la pena en la cárcel recibió la libertad condicional en febrero del año pasado.
Nicolás Strumia, hijo del matrimonio condenado, fue imputado el pasado 2 de marzo en los Tribunales provinciales de San Lorenzo por haber introducido una prueba falsa durante el juicio de primera instancia para beneficiar a sus padres en mayo de 2019. De acuerdo a la querella, presentó un video ficcionado y confirmó esa evidencia a través de su testimonio, al afirmar que cuando Paula Perassi desapareció tanto su padre como su madre estaban en su casa haciendo refacciones en la pileta