Con autorización judicial, este viernes por la mañana la Provincia derribó siete búnkeres ligados a Chucky Monedita, el pistolero de barrio Tablada reconvertido en la cárcelde Piñero en gerente de sicarios y señalado como instigador de los resonantes crímenes a los taxistas Héctor Figueroa y Diego Celentano en el violento comienzo de marzo donde también mataron al colectivero Marcos Daloia y al playero Bruno Bussanich. Creen que algunos de estos lugares podrían estar relacionados con estos crímenes.
Acompañado por los fiscales Patricio Saldutti, Franco Carbone y Adrián Spelta que investigan la seguidilla de homicidios, el ministro de Seguridad Pablo Cococcioni informó que todos los búnkeres derribados están conectados con Chucky Monedita pero no todos con el narcotráfico, sino también con otros delitos.
Por su parte, Carbone señaló que los búnkeres están localizados en distintos lugares, aunque algunos linderos a otros y que muchos funcionan desde hace mucho tiempo.
“El de calle Lamadrid hace no menos de 20 años que hay registro”, observó y destacó, en tal sentido, la importancia de una legislación que acompañe este tipo de intervenciones.
Sobre las personas que transitan esos búnkeres, aclaró que son “ocupantes golondrina”, que circunstancialmente pasan por esos lugares como parte de una cadena de tareas delictivas.