El local “Burguer House” de Villa Gobernador Gálvez, donde fue acribillado este domingo el cadete Hugo Orlando Villán al quedar en medio de una balacera contra el comercio, estaba bajo amenazas y ya había sido atacado en marzo de 2021. La víctima, de 45 años, era padre de cuatro nenes, trabajaba en Paladini y trabajaba como delivery para tener un ingreso extra para hacer una obra en su casa.
“Llegaron en una camioneta blanca estos delincuentes. Logramos ver que eran cuatro, y empezaron a disparar contra el local. Desgraciadamente, Hugo estaba en la ventana y recibió los disparos. No sabíamos de boca del dueño qué estaba pasando, sí rumores de personal de la cocina al que le habían pedido que tomara precaución”, comentó un compañero de trabajo de Villán en diálogo con el programa De boca en boca (Radio 2).
Según agregó, por un mensaje de Whatsapp que envió un empleado de la cocina a uno de los cadetes, los encargados del delivery habían resuelto este domingo por la noche esperar los pedidos en la vereda de enfrente.
“La desgracia de Hugo fue que llegó un ratito tarde porque había ido a la iglesia con su mujer. Cuando se fue a anunciar al trabajo llegaron éstos y dispararon. Nosotros estábamos enfrente, y la mayoría corrió o se tiró debajo de los autos. Fue un hecho muy cruel, muy feo lo que vivimos”, aseguró.
Peritos forenses secuestraron 16 vainas servidas calibre 9 milímetros en la escena del asesinato, que es investigado por el fiscal Adrián Spelta.
Los compañeros de trabajo de Hugo llevarán a cabo una movilización este lunes en pedido de justicia por la muerte de Hugo Orlando Villán y en reclamo de mayor seguridad.