Lo último que hicieron las hermanas Estefanía y Marianela Gorosito, cuyos cuerpos fueron encontrados el miércoles pasado en un descampado de Cabin 9, fue merendar en un bar situado en la esquina de bulevar Oroño y Salta. A la salida, fueron obligadas a subirse a un Citroën C3 y después fueron llevadas a Pérez, donde se presume que las ejecutaron de ocho y cuatro tiros, respectivamente.
La mecánica fue relatada este viernes por el fiscal de Homicidios Dolosos Patricio Saldutti durante la audiencia en la que imputó a Willian Alberto Espinoza López, de 18 años, y Damián Ezequiel Rojas, de 30. La calificación legal que escogió fue la de femicidio, homicidio calificado por el concurso premeditado de personas, homicidio criminis causa, y robo calificado, en concurso ideal, y en concurso real, junto con la portación ilegítima de arma de fuego de guerra. La jueza María Trinidad Chiabrera les dio prisión preventiva por el plazo de ley.
Espinoza López es el joven de nacionalidad paraguaya que fue detenido el martes a las 20.30 durante un operativo de saturación de Gendarmería Nacional en El Chajá y Provincia de Misiones, en Cabin 9, casualmente, a 500 metros de la zona en la que horas después fueron hallados los cadáveres de las hermanas. Estaba al volante de un C3 que, durante el procedimiento, se dio a la fuga y provocó una persecución que algunos vecinos llegaron a confundir con una evasión en la cárcel situada en el límite entre Rosario y Pérez.
El joven sospechoso de 18 años luego abandonó el auto –como también los otros ocupantes que estaban con él, según se presume– y continuó la fuga a pie. Fue aprehendido cuando intentaba subir al techo de un domicilio de un vecino.
Cuando los gendarmes vieron el interior del C3 comprendieron el motivo de la evasión: había sangre que manchaba los asientos traseros y salpicaba la puerta trasera derecha. Después, incautaron en el auto tres vainas servidas calibre 9 milímetros, coincidente con el calibre de la única vaina encontrada al lado de los cuerpos de las hermanas Gorosito.
El fiscal Saldutti dijo este viernes que al menos un disparo se produjo dentro del auto, ya que tenía un orificio de bala que sería previo al momento del procedimiento de Gendarmería.
Como el sospechoso no era el titular del auto, en averiguaciones hechas rápidamente se detectó que el propietario era Damián Rojas, quien casualmente había ido a denunciar en la madrugada del miércoles que le habían robado su vehículo. Según la presentación hecha por Rojas ante la subcomisaría 22ª, dejó el C3 estacionado con las llaves puestas en Melián al 6300 y allí se lo sustrajeron. Esa versión no resultó verosímil para el fiscal, quien ordenó su arresto.
De acuerdo a la teoría del caso de Saldutti, un grupo de personas –entre los que sospecha que estaban Espinoza López y Rojas– obligó a subir al C3 a Estefanía y Marianela Gorosito el pasado martes, cuando las hermanas salían de merendar en el bar Anajuana.
Dentro del auto, según la imputación, le sacaron los celulares, las llaves de su casa y los anillos, y luego las ejecutaron con una pistola calibre 9 milímetros. Estefanía recibió ocho tiros –dos de ellos en el cráneo–, y Marianela cuatro –dos en la cabeza–, según el informe de la autopsia realizada en el Instituto Médico Legal. Las alhajas fueron reconocidas por familiares de las víctimas, según precisó el fiscal este viernes en conferencia de prensa.
El recorrido exhibido del auto durante la audiencia muestra que desde Oroño y Salta se desplazó por barrio Pichincha, Luis Agote, Ludueña y Belgrano, hasta que se llegó a Circunvalación, para luego bajar en 27 de Febrero y circular por barrio Godoy, que se conecta con Cabin 9, donde fueron encontrados los cadáveres.
Una de las hipótesis es que el doble homicidio estuvo motivado en una supuesta deuda que tenían las víctimas con el presunto jefe de una subestructura de Los Monos que opera en los barrios Triángulo y Godoy, en la zona oeste de Rosario. Incluso, los nombres de las hermanas figuran entre las visitas a reclusos de Piñero que forman parte de esa violenta organización.
Dentro de esa línea investigativa se sospecha que la presunta banda narco habría tomado como “traición” una actitud de las hermanas y, sumado a la posible deuda económica, las mataron.
Casualmente, una de las últimas publicaciones en el Facebook de Estefanía Gorosito fue el 23 de mayo, cuando posteó: “Hay que tener valor para dos cosas: para hacer lo que uno quiera y para aguantar lo que venga”.