La investigación por el asesinato de Ivana Garcilazo, ocurrido el pasado 30 de septiembre en Ovidio Lagos y Montevideo, tendrá a su primer imputado el próximo miércoles, cuando el fiscal Gastón Ávila impute a Ariel Matías Cabrera a las 14 en el Centro de Justicia Penal ante el juez Florentino Malaponte. De los otros dos atacantes hay pocas novedades: uno no está identificado, y el otro, el profesor de química Damián Reifenstuel, se presume que todavía está en el país.
Cabrera se entregó el pasado jueves en la sede de la Agencia de Investigación Criminal junto a sus defensores particulares Alberto Tortajada y Sergio Larrubia. Ese sospechoso es profesor de educación física, tiene 42 años, trabajó en la escuela de Newell’s y hasta el homicidio fue coordinador de las divisiones juveniles del club Social Lux.
El fiscal Ávila ya adelantó en conferencia de prensa que considera que se trató de un homicidio agravado. Según el valioso testimonio del taxista que vio el ataque aquel 30 de septiembre, quien mató de un cascotazo a Ivana fue Reifenstuel, quien permanece prófugo.
Lo que se sabe de la causa es que Cabrera y Reifenstuel arrojaban piedras junto a otra persona, cuya identidad por ahora no trascendió. El fiscal añadió que Cabrera continuó su rutina hasta el lunes de la semana pasada, cuando el Ministerio Público de la Acusación difundió el video de los sospechosos. Fue allí que Cabrera se cortó el cabello y dejó de frecuentar sus lugares de trabajo.
La situación de Reifenstuel fue diferente desde el inicio. Ávila afirmó que desde el momento del ataque pasó parte de enfermo en los dos establecimientos educativos en los que trabajaba y posteriormente renunció. Tampoco fue visto en su casa de Pérez –que después fue desvalijada y vandalizada– ni en un domicilio de Rosario, que fue allanado sin éxito.
A lo largo de las tareas investigativas se pudo conocer de parte de Migraciones que el profesor de química no salió del país, al menos en los pasos fronterizos habilitados. Es por eso que la causa se aboca a profundizar medidas bajo la hipótesis de que está en Argentina.
La ex pareja de Reifenstuel envió el pasado jueves un correo electrónico al fiscal Ávila, en el que se solidarizó con la familia de Garcilazo, donde pidió a su ex pareja (desde hace cinco años) que se entregue ante la Justicia, y solicitó “piedad” ante las amenazas de muerte que recibió tanto ella como su hijo de 8 años.