Este viernes el caso Valdés dio un nuevo e inesperado giro. Se constató que el bolso que llevaba el ex jefe de la Policía Federal delegación Santa Fe, Mariano Valdés, por el que aparentemente discutió con otras personas y fue baleado, tenía restos de metanfetamina. De mucha metanfetamina. Además, se comprobó un vínculo con un ex jefe policial sospechado de cómplice narco que lo complicaría aún más.
En conferencia de prensa, la fiscal Natalia Benvenuto, destacó que la cantidad de droga que llevaba Valdés en el bolso habría sido importante porque la pericia permitió detectarla a casi un mes de la balacera.
La funcionara explicó que la máquina que utilizaron para detectar la presencia de estupefacientes funciona sobre restos y aclaró que no puede precisar cantidades. Asimismo, señaló que en uno de los pantalones encontraron “directamente éxtasis”.
“El hecho (la balacera) fue el 9 (de septiembre). Suponemos que lo que se intentaba esconder ya estaba dentro de ese bolso el 9. El 20 secuestramos el bolso y sigue dando positiva la medida”, llamó la atención Benvenuto que confirmó que con este hallazgo la causa pasa al fuero federal.
Junto con los fiscales Matias Edery y el secretario de Villa Constitución, Franco Carbone, confirmó además el fiscal federal Walter Rodríguez tomará el caso, el mismo que había advertido al Ministerio de Seguridad de la Nación sobre la connivencia de policías federales y provinciales con narcotraficantes.
Por otro lado, en la rueda de prensa que se realizó esta tarde en el Centro de Justicia Penal, Edery señaló otra información que complica aún más a Valdés: el ex jefe policial se hablaba con su antecesor en la fuerza, que había sido desplazado por sospechas de complicidad con narcos.
“Son escuchas que nos permiten efectuar una conexión. El vínculo (entre Valdés y Marcelo Lepwaltz) existe y está constatado”, aseveró.
En mayo último, Lepwaltz fue detenido junto con otros cinco funcionarios de la Policía Federal, por vínculos con el narcotráfico. Estaban bajo la lupa de la Justicia por una denuncia por delitos como encubrimiento triplemente agravado, falsificación de documento público y sustracción de elementos probatorio en relación a distintas causas. Valdés asumió justamente en lugar de Lepwaltz, y ahora descubrieron que ambos mantenían un vínculo. De hecho, el día del allanamiento a la sede de la fuerza federal en Santa Fe, Valdés llamó por teléfono a Lepwaltz, según señalaron en la conferencia de prensa.