Los fiscales Donato Trotta y María Eugenia Iribarren apelaron la absolución de las nueve personas que llegaron a juicio oral por la desaparición y muerte de Paula Perassi.
Todos quedaron en libertad tras la resolución por unanimidad que tomó un tribunal compuesto por Griselda Strólogo, Mariel Minetti y Álvaro Campos el pasado 2 de mayo.
Ahora, la discusión irá a la Cámara de Apelaciones.
En el proceso oral y público, la Fiscalía había solicitado cadena perpetua para los acusados Gabriel Strumia, su esposa Roxana Michl, Mirta Ruñisky, acusada de practicar la interrupción del embarazo y Antonio Díaz, empleado de Strumia por los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada y aborto sin consentimiento seguido de muerte en calidad de coautor y en concurso real.
En tanto, exigió la pena de 6 años de prisión y 10 de inhabilitación como funcionario público para el ex jefe de Cuerpos de San Lorenzo, Daniel Puyol por el delito de encubrimiento por favorecimiento personal y real y por no denunciar la perpetración de un delito cuando estaba obligado a promover la persecución penal de un delito de esa índole, agravado por su condición de funcionario público, e incumplimiento de los deberes de funcionario en concurso real, en calidad de autor y 10 años de cárcel e inhabilitación para funciones públicas para los agentes policiales Jorge Krenz, Gabriel Godoy, María José Galtelli y Aldo Gómez.
Durante la lectura de la sentencia del juicio, el tribunal absolvió a la totalidad de los imputados basado en “la debilidad de la carga probatoria en todos los casos”.
Tras conocerse el fallo, el fiscal observó: “Teníamos testigos directos de la reunión previa a la desaparición de Paula, donde una persona reconoció a Strumia, al chofer; teníamos pruebas de un rastreo de perros, que es una prueba que no se discute en ninguna parte del mundo. Sin embargo, me parece que hay elementos que hacen presumir que el tribunal se apartó de esa prueba, que es por demás de indiciaria”.