Más de 30 allanamientos ordenados este sábado por la Justicia Federal en Rosario y la región arrojaron el secuestro de unos 40 kilos de cocaína, sustancias de estiramiento, armas, dinero, vehículos y la detención de alrededor de 15 personas que quedaron a disposición del juez Carlos Vera Barros, indicaron voceros de la Policía Federal Argentina (PFA).

Según los federales, uno de los principales imputados es Facundo Macaco Muñoz, ya condenado en 2019 por narcotráfico y alojado en el complejo penitenciario de Ezeiza. La celda de Macaco fue requisada en busca de celulares y anotaciones de la “contabilidad” del negocio. También en la ciudad de Santa Fe fue detenido Marcelo Bassi, hermano mayor del más conocido Luis –y actualmente preso– "Pollo" Bassi, el enemigo público del clan Cantero en la década pasada cuya familia fue diezmada en las calles de Villa Gobernador Gálvez.

Macaco, que está fuera de la calle desde junio de 2013, cobró notoriedad en la década pasada como sicario del Pollo Bassi. En 2017, fue juzgado y absuelto en el fuero provincial en el juicio por el asesinato del entonces líder de la banda de Los Monos, Claudio Pájaro Cantero, junto con el propio Pollo Bassi y Milton Damario. Sin embargo, el 13 de diciembre de 2019, el Tribunal Oral Federal 3 de Rosario lo condenó a 8 años y medio de prisión como parte de una organización dedicada a la distribución y venta de estupefacientes. Por entonces, le atribuyeron manejar el negocio desde la cárcel de Piñero. Además, posee una condena por el crimen de Pablo Colasso, cometido en 2012, causa que también mantiene tras las rejas al Pollo Bassi.

Ahora una investigación reciente detectó que Macaco, esta vez desde el penal federal bonaerense, estaba a cargo de un grupo de al menos 11 personas que cumplían diferentes roles en la operatoria de distribución y venta de drogas.

Por la madrugada personal de Superintendencia Federal de drogas de Rosario realizó 35 órdenes de allanamiento en distintos puntos de Rosario, Gran Rosario y otras localidades como Cañada de Gómez y Villa Eloisa. La operación se denominó Viernes Blanco.

El secuestro indicado por las fuentes refiere a 40 kilos de cocaína en su mayoría en su clásica presentación de ladrillos; 20 kilos de sustancia de corte; armas de grueso calibre como pistolas 9 milímetros y escopetas tácticas con mira telescópica; municiones; más de 1 millón 500 mil pesos; balanzas, precintos; teléfonos celulares; autos de alta gama y cuadernos con anotaciones. Y la detención de 15 personas.

Los procedimientos se iniciaron la noche anterior cuando los detectives detectaron la “bajada” –reposición– de la droga en un domicilio de Villa Gobernador Gálvez, el cual venía siendo vigilado desde hacía meses.

De ello se infirió que la organización narco se disponía a distribuir la droga entre sus principales clientes, por lo que el fiscal federal Claudio Kishimoto y la Procunar Rosario, a cargo de Matías Scilabra y Diego Iglesias, solicitaron órdenes de allanamiento al juez Vera Barros.

Las medidas arrojaron el secuestro del material probatorio y la "desarticulación en su totalidad" de la organización que venía siendo investigada desde hacía más de un año, aseguraron voceros del Ministerio de Seguridad de la Nación.

Según se supo, la investigación se había iniciado a partir de la detección de actividades de microtráfico desde redes sociales y grupos de mensajería encriptados y de WhatsApp, donde la droga era ofrecida a la clientela a través de listas de difusión

Por el aporte de informantes y la infiltración, los federales desentrañaron el circuito de la distribución y venta de las drogas –cocaína, marihuana, LSD y éxtasis–, hasta que llegaron a la conclusión de que el grupo tenía la supervisión de Macaco Muñoz desde su lugar de detención. Su pareja, dijeron las fuentes del caso, era la encargada de recibir la droga y hacer entrega a sus subordinados para “moverla”.

En la celda de Macaco, cuyo padre fue asesinado en 2015 como parte de la saga de venganzas que engendró el asesinato de Pájaro Cantero  en 2013, el personal de la PFA halló cuadernos en los cuales llevaba una detallada contabilidad de la plata recaudada y de la droga comercializada.

Además, la PFA destacó la detención de dos personas en las afueras de la ciudad de Sana Fe. Uno de ellos es Marcelo Bassi, mencionado en las crónicas policiales de la década pasada porque dos de sus hermanos y su padre fueron asesinados en medio de una guerra contra el clan Cantero. Marcelo fue penado en 2017 por portación de arma, única condena que se le conoce.